Rui Carlos Pinho da Vitória, nacido en Alverca, jugó en el equipo de su localidad natal, además de en el Fanhões, Vilafranquense, Seixal, Casa Pia y el Alcostense. Comenzó su carrera de entrenador en el Vilafranquense, pasando después por las categorías inferiores del Benfica, Fátima, Paços de Ferreira, Vitória SC, Benfica, Al Nassr, Spartak de Moscú y la selección nacional de Egipto. Entre sus éxitos, tres campeonatos nacionales, dos Copas de Portugal, dos Supercopas de Portugal, una Copa de la Liga, una Liga Saudí, una Supercopa de Arabia Saudí y un título en la actual Liga 3.
En una amplia entrevista con Paulo Cintrão, Audio Manager de Flashscore Portugal, repasamos algunos de los asuntos tratados.
- Permítanme que les hable de algunos de los jugadores que pasaron por sus manos, y fueron decenas o centenares. Rúben Dias, Ederson, Lindelof, Ricardo Pereira, Grimaldo, João Félix, Renato Sanches... ¿Alguno de ellos empezó a rendir más de lo que usted pensaba cuando trabajó con ellos?
- Dos cosas... En primer lugar, además de ganar títulos, una de las cosas que me da mucho placer es ver a un jugador que ha pasado por nuestras manos y tiene una vida mejor, y nuestra intervención ha tenido mucho que ver en lo que ha llegado a ser hoy. Eso es muy bueno para mí. Otra salvedad es que muchos de ellos empezaron con nosotros. Recuerdo haber estado en la cantera del Benfica y había mucha calidad, pero los chavales no tenían la oportunidad de llegar al primer equipo. El éxito de la formación a menudo tiene que ver con la puerta que se abre en el fútbol profesional. Esa puerta abierta es la mitad de la batalla para que el resto se desarrolle, esa llave es decisiva. Eso nos pasó a nosotros, algunos empezaron con nosotros. Una curiosidad es que la gran mayoría no eran Cristiano Ronaldo o Messi... Eran jugadores con potencial, hoy todo el mundo habla de ellos, pero hay que remontarse al momento. Entonces no se valoraba a los jugadores, no se proyectaba lo que iban a dar y yo tampoco me di cuenta de que iban a llegar a ser los jugadores que son hoy. Pero me di cuenta de que los jugadores con un cierto marco, un buen entrenamiento, si se les da la oportunidad, hay materia prima para desarrollar, y esa es la filosofía que siempre he adoptado. No eran los jugadores que son hoy, pero tenían potencial. Los jugadores están alcanzando un nivel muy alto, a menudo ni siquiera saben adónde pueden llegar, ni nosotros tampoco porque estamos en un contexto portugués. Pensamos que es bueno, pero luego van al extranjero y alcanzan niveles altos. Es el resultado de su formación. Muchos de ellos no eran estrellas cuando eran niños, aprovecharon sus oportunidades y se desarrollaron de una forma que yo no pensaba que lo harían.
- Me refiero a João Félix. Cuando llegó al Atlético de Madrid, no pudo demostrar a la afición, al club y al entrenador todo lo que sabía. Se fue al Barcelona y las cosas funcionaron de otra manera, aunque de momento no es titular, pero en cuanto llegó tuvo un impacto inmediato. ¿Cuál cree que es el resultado de esto? Porque la calidad está ahí...
- Voy a hablar un poco de esto por primera vez, porque es importante ayudar a abrir la mente de la gente. Hace unos años, el fútbol era diferente, los equipos cambiaban de entrenador con facilidad, no había especificidad en el juego... Hoy hay equipos a los que miramos y podemos identificarnos con un entrenador determinado e incluso si cambiamos de entrenador, el estilo de juego sigue siendo el mismo, esto no existía hace unos años. Esto significa que si hay un determinado tipo de juego en ciertos equipos, hay jugadores que tienen más posibilidades de encajar en ese contexto que en otro. João es un ejemplo de ello. El Atlético de Madrid es un equipo de enorme calidad y el entrenador ha hecho un gran trabajo, pero tiene un perfil de equipo que requiere un perfil de jugador específico. João empezó conmigo, incluso en la fase de iniciación para que tuviera más impacto al año siguiente, y le reconocí una mayor eficacia en la toma de decisiones, en el sentido de que si tenía que pasar a un jugador y marcar, pasaba lo más rápido posible y marcaba, no perdía tiempo en absoluto. Si había un balón en el aire, no hacía hincapié en nada, era lo más sencillo posible. Tiene una gran capacidad para tomar decisiones en el último tercio, pero si lo pones lejos del área, va a ser más difícil, porque no es un jugador de transición. Necesita un equipo que trabaje el balón para que llegue en determinados lugares, y luego, en espacios definidos y más cerca del área, aflore la calidad. Eso es lo que pasó cuando se fue al Barcelona, un equipo que construye bien su juego, pone un grupo de jugadores en el último tercio para dar el empujón final y João es uno de esos jugadores. Si está muy lejos del área, tendrá más problemas. Objetivamente, para mí, el Atlético es un gran equipo y João es un gran jugador, pero, desde mi punto de vista, no fue la unión que debería haber ocurrido. Aunque João tiene que trabajar y los equipos tienen que ser capaces de emparejar a estos jugadores. Hay jugadores que están hechos para determinados equipos, porque son específicos en su forma de jugar. El Real Madrid tiene más velocidad que el Barcelona, este controla más la posesión. Si vas a Inglaterra, el Liverpool es diferente al City, el Arsenal es diferente al Liverpool... Cada equipo tiene su especificidad. Y los jugadores, algunos son muy versátiles, otros son más típicos de un equipo concreto y João es uno de ellos.
- Me alegro de que hable de las diferencias que existen. Ha mencionado que le encantan los proyectos. En Inglaterra tenemos a Jürgen Klopp, que deja el Liverpool, a Guardiola, al propio Arteta, que son entrenadores de proyectos. ¿Es eso lo que Rui quiere para el futuro de su carrera, un proyecto que le permita ganar trofeos?
- Es una visión muy interesante. Parece que aquí tenemos un problema para hablar de proyectos. Un proyecto es una idea con principio, medio y fin. Dónde estamos, dónde queremos estar y qué tenemos que hacer para llegar allí. Con muchos resultados o con pocos, esta idea tiene que surgir. Pero en el fútbol actual, los equipos están tan comprometidos con su forma de jugar que no se puede depender tanto de la inmediatez. Con esa visión, Klopp probablemente no habría pasado de su primer o segundo año. Luego llegaron los títulos. El Arsenal también es cada vez más poderoso. Hay que dedicar tiempo a elegir a un entrenador. No es sólo el currículum, es elegir al entrenador adecuado y luego darle tiempo, recursos y creer en lo que hace. Hoy en día existe incluso esta historia de la formación: a estos jugadores aún les queda camino por recorrer. Cuando se adopta este tipo de enfoque, se necesita tiempo. Un equipo no se consolida en un mes o dos. Hay que tener visión y tolerancia en este asunto. Para mí, el quid de la cuestión está en el proceso de adquisición del entrenador y luego en que todos trabajen por el mismo objetivo. Cuando se hace el trabajo de base, el club será muy sólido en el futuro.
- En el Benfica ha habido un problema con la sucesión de Grimaldo en el lateral izquierdo, con varias adaptaciones.
- En cuanto a Grimaldo, recuerda que hace unos años también había quien pensaba que no era jugador para el Benfica. No es fácil encontrar un sustituto para Grimaldo en estos momentos. Hablamos de un jugador fantástico, que proporcionaba una salida de balón de gran calidad por la izquierda, lo que iba a mejorar mucho la banda derecha del ataque del Benfica. Cuando el balón circulaba, había mucho más espacio para construir. Grimaldo aportó enormes soluciones al juego de construcción. Mejoró mucho su disparo, sus tiros libres directos. Pero mucha gente no lo valoraba en aquel momento, y no fue unánime cuando llegó. Cuando se fue, la gente tuvo que ser clara: no hay un clon de Grimaldo, así que el fútbol del Benfica tiene que ser diferente. Cuando lo fichamos, Grimaldo jugó uno o dos partidos en los primeros cuatro meses. Era Eliseu quien jugaba. Luego empezó a jugar y creció. Hay que darle tiempo. En Portugal no se pueden fichar jugadores que sean productos acabados.
- Me gustaría preguntarle qué opina de Roberto Martínez, el seleccionador nacional, que hizo una campaña de clasificación para la Eurocopa inmaculada. Aquí también hay un salto cualitativo, incluso en su discurso.
- Eso hay que reconocerlo y, en mi opinión, empezó antes, con Fernando Santos. Su discurso siempre iba en esa línea. Lo que ha ocurrido ahora es una muy buena unión entre un perfil de equipo y un perfil de entrenador. El desafío ahora es demostrar esa capacidad y calidad en la Eurocopa. La opinión que tengo del seleccionador es la de alguien que conoce el fenómeno de las selecciones, que me parece que tiene capacidad, aunque no lo conozco, y que tiene en sus manos un grupo de jugadores que ofrecen un abanico de posibilidades de juego que veo que pocos equipos en el mundo tienen. Ahora se trata de que las cosas encajen y creo que tenemos las condiciones para triunfar y ganar otro título. Pero también está claro que en la Eurocopa nos vamos a enfrentar a retos diferentes a los que ha tenido la selección en los últimos partidos. Ahí es donde va a ser un reto para toda la estructura, demostrar nuestra calidad contra grandes adversarios.
- Con dos jugadores de siempre en la selección, Pepe y Cristiano Ronaldo, entre otros. Pepe tiene más de 40 años, Cristiano Ronaldo no está lejos. Son jugadores excepcionales.
- Lo son. Y es bueno que sigan compitiendo, porque estos jugadores tienen un enorme impacto en el futuro del fútbol. Los jóvenes tienen que mirarlos y darse cuenta de que si quieres jugar toda una carrera a este nivel, sólo puedes hacerlo si eres un profesional serio. Estos jugadores, aunque a veces no jueguen tan bien, lo que demuestran es que son muy importantes en sus equipos porque ponen el listón muy alto, desde sus compañeros hasta las estructuras del equipo. Estoy seguro de que con Cristiano Ronaldo en la selección, los médicos, los fisioterapeutas, la gente del catering, todos tienen que estar al máximo rendimiento. Y eso marca la diferencia. La presencia de estos jugadores es fundamental en los clubes y en la selección.
- Hay otro ejemplo de influencia en los clubes y en la selección, Bruno Fernandes, alguien que lleva el brazalete de capitán en el Manchester United en contra de los deseos de mucha gente, pero que lleva el equipo desde hace dos temporadas. Este jugador también es de los que son exigentes con todo el mundo.
- Lo que yo destacaría, y podemos añadir a Bernardo Silva y Rúben Dias, es la mentalidad que tienen estos jugadores. La capacidad de estar preparados para este nivel objetivo, en el que tienen que luchar contra la frustración y sortear los elogios. Merece la pena destacar esta mentalidad que tiene hoy el jugador portugués. Bruno Fernandes es ahora el capitán, pero ha pasado tiempo. En primer lugar, salió de aquí un miércoles, en sentido figurado, y el domingo ya jugaba de titular. Lo mismo ocurre con Rúben Dias. Al cabo de un tiempo eran capitanes del equipo. Esto es el fútbol portugués dando una señal clara de que nosotros, el fútbol portugués, preparamos muy bien a los jugadores en todas las áreas, sobre todo mentalmente. En el jugador de hoy, es la cabeza la que marca la diferencia. Esos equipos van a buscar a los mejores jugadores del mundo, todos son buenos, la diferencia está en la capacidad de exigencia y nuestros jugadores la tienen. Estamos preparando "animales de competición".