El Leicester, líder de la Championship con 94 puntos y a falta de dos jornadas, sabía que una victoria el domingo en el campo del Preston North End le aseguraría el ascenso a la máxima categoría del fútbol inglés, independientemente de otros resultados que se produjeran durante el fin de semana.
Sin embargo, la derrota del Leeds ante el QPR el viernes por la noche permitió a los seguidores del Leicester empezar pronto sus celebraciones, ya que el resultado confirmó matemáticamente que el club de las Midlands no puede terminar por debajo del segundo puesto de la liga, asegurándose así el ascenso automático a la Premier League.
Ha sido una campaña impresionante para el Leicester, que ha podido mantener unido al núcleo de la plantilla que descendió de la Premier League la temporada pasada, con algunas incorporaciones notables.
El legendario delantero Jamie Vardy sigue liderando la línea de ataque y ha marcado 16 goles en la Championship esta temporada hasta la fecha. Le asisten Issahaku Fatawu (6 goles) y Stephy Mavididi (12 goles).
Kiernan Dewsbury-Hall ha contribuido con 12 goles desde el centro del campo, mientras que más atrás, el centrocampista de contención Harry Winks y los defensas Jannik Vestergaard, Wout Faes y Ricardo Pereira han aportado su granito de arena, asegurándose de que este equipo con calidad para la Premier League vuelva al lugar que le corresponde al primer intento.
El Leeds sigue segundo en la clasificación (90 puntos), pero el Ipswich le pisa los talones en la tercera plaza (89 puntos) y tiene dos partidos menos. Más abajo, el Southampton, el West Brom y el Norwich ocupan las demás plazas de playoff, con el Hull en liza y el Coventry sólo vivo matemáticamente.
En la Premier League, el Sheffield United descenderá a la Championship si pierde el sábado ante el Newcastle.