Tras el debut de una mujer (Rebecca Welch en el Fulham-Burnley del pasado sábado), la máxima categoría inglesa cuenta ahora con el regreso de un árbitro negro 15 años después de la última aparición.

En aquella ocasión, en la temporada 2007/08, fue el turno de Uriah Rennie, no un cualquiera, sino un apasionado por la profesión que dirigió partidos durante once años, de 1997 a 2008.

Allison, que hasta ahora trabajaba en encuentros de la Championship -segunda división-, rompió la sequía tras ser designado por Howard Webb para un encuentro fundamental por evitar el descenso (2-3 para los visitantes).

"Es otro momento clave", comentó Webb, refiriéndose también al debut de Welch. "Se merecían estas oportunidades, ya que siempre lo han hecho bien en otras ligas. El arbitraje es una oportunidad que debería ofrecerse a cualquiera que ame el fútbol, sin diferencias ni discriminaciones", agregó.

Actualmente hay 32.000 colegiados disponibles para todas las ligas que se celebran en Inglaterra, y sólo el 8% de ellos son personas de raza negra. Una cifra que, prometió Howard, deberá mejorarse, al igual que la de personas de ascendencia asiática.