No es oficial, pero tampoco ha llegado ningún desmentido. Paolo Maldini y Ricky Massara dejan el Milan después de haber sido aplaudidos por llevar a los rossoneri a su 19º Scudetto en 2020-2021. Fueron fatales algunos desacuerdos, desde el presupuesto de mercado hasta la autonomía operativa. Especialmente a los ojos del propietario del RedBird, Gerry Cardinale, un mercado de verano considerado negativo . El desembolso y las interminables negociaciones para traer a Charles De Ketelaere del Brujas al AC Milan sobre todo, pero también las operaciones Origi y Dest. El único elemento de la oleada estival que consiguió destacar, tras un periodo de aclimatación, fue Thiaw. El jugador modelo de inversión según Cardinale: barato, joven, fuerte y con margen de mejora. Demasiado poco. Insuficiente si se tiene en cuenta que 35 de los 55 millones gastados en el mercado se reservaron en cambio para el Godot belga, quien, a pesar de los certificados de estima de sus compañeros y del incesante trabajo de Pioli, sólo se dio a conocer con una asistencia en el inicio del campeonato.

Diferencias de opinión

El objetivo mínimo alcanzado por el dúo de mercado del Milan no fue suficiente para el propietario de los RedBird, esa clasificación para la Liga de Campeones que le aseguró 50 millones frescos de la Uefa. Ni siquiera la semifinal alcanzada, incluso sorprendentemente, bastó para convencerle. Y así, ante la petición de Paolo Maldini de disponer de un mayor presupuesto para sumar no sólo jóvenes promesas, sino también algunos jugadores más consagrados, dijo no, gracias. Sin embargo, el ex abanderado rossonero había sido claro sobre el camino a seguir en declaraciones anteriores: "En mi opinión, todavía no estamos preparados para permanecer a este nivel, todavía no estamos con los mejores clubes. Ahora tenemos que hacer inversiones. Hay que explotar el hecho de volver a este nivel, invertir para permanecer entre los cuatro primeros y hacerlo bien en Italia. Todavía no estamos estructurados para competir en dos frentes, se lo hemos dicho a la prensa y a nuestros propietarios, ellos lo saben muy bien...", había concluido Maldini con una indirecta a medias a la propiedad. Declaraciones que no habrán caído bien, entre otras cosas porque el modelo de negocio de Cardinale, basado en la sostenibilidad, es bastante diferente.

El mercado según Cardinale: el modelo Moneyball

Palabra clave: sostenibilidad. Por eso lo más probable es que no sustituya al dúo saliente, sino que opte por una solución interna dando más poder a Geoffrey Moncada, jefe de ojeadores que goza de gran estima en el entorno de Milanello, él será quien planifique las estrategias de mercado. Ya ha contribuido en el pasado a operaciones importantes como las de los jugadores Tomori y Kalulu, la bisagra defensiva que condujo al Scudetto. Emparejándolo quizás con un socio sui generis. Como buen americano, el número 1 del Milan mira de hecho a casa, a los ejemplos de las barras y estrellas. Así, ha decidido apostar por los datos, siguiendo el ejemplo de su amigo y colaborador interno de RedBird, Billy Beanw: "Billy Beane y yo tenemos la misma visión de las cosas. La gente suele decir que hay que gastar mucho dinero para ganar, pero ¿por qué? Yo digo que hay que ser más listo que los demás y no sacrificar dinero. Creo en el método Moneyball".

Beane es el antiguo mánager general de los Oakland A's, una franquicia de la MLB, el béisbol estadounidense, que describió su método en un libro que también inspiró la película Moneyball, protagonizada por Brad Pitt. Un método revolucionario basado en el concepto de que puedes buscar a los jugadores más fuertes o más adecuados para tu equipo basándote en datos, a través de algoritmos e inteligencia artificial:"Todo el mundo los tiene, la diferencia es cómo los usas ", explicó Cardinale, "y Billy Beane fue decisivo para convencerme de que el fútbol europeo podía ser una gran oportunidad".

El poder de los datos: el modelo Toulouse de Zelus

El poder a los datos entonces, a quién le importa la experiencia de jugadores que han hecho historia en clubes como Paolo Maldini. El método Moneyball, según Cardinale, puede sustituir adecuadamente a su intuición e incluso hacer un mejor trabajo. Al dueño de RedBird le gustaría repetir el modelo del Toulouse, el otro club del que es propietario, que empezando desde abajo (en 2020 estaba en Ligue 2) fue capaz de ganar la Copa de Francia por 5-1 contra el Nantes, terminando 13º en la liga. En ese caso, es Zelus Analytics, una empresa de datos fundada por Luke Bornn, de la que RedBird posee el 50%, la que pesa en el scouting. Los científicos de datos trabajan con perfiles de jugadores deseables, rivales y análisis de equipos a partir de una base de datos que abarca 70 ligas de todo el mundo, incluidas las seis primeras divisiones inglesas y la Serie C francesa y alemana.

Como explicó el propio Cardinale en la Sloan Sports Analytics Conference del MIT: "Tenemos una empresa de análisis de datos llamada "Zelus". Todos recibimos el mismo tipo de datos, la diferencia es cómo los utilizas. En el Toulouse tenemos jugadores procedentes de 18 países diferentes, y el equipo se construyó únicamente sobre la base del análisis de datos, sin scouting. Fue un experimento, y al cabo de un año ascendimos a la Ligue 1. Ahora estamos en la zona media de la tabla. Ahora estamos en mitad de la tabla, jugamos a un nivel dos veces y media superior al que invertimos en el mercado. Creo que los datos desempeñan un papel muy importante, pero sobre todo en los equipos más grandes se necesita un "modelo híbrido" entre el hombre y los datos.

El híbrido del Milan del futuro probablemente también estará compuesto por el propio Zelus, así como por la consultoría de Billy Beane y, en cuanto a la parte "humana", el ya mencionado Moncada, todo ello bajo la supervisión del ascendente director general Giorgio Furlani, cuyo creciente poder puede haber desempeñado otro papel decisivo en la ruptura de relaciones entre Maldini y la propiedad.