Ayer, con el Nápoles en casa, llegó la tercera derrota consecutiva de la Juventus. Un pequeño récord desde la temporada 2010-2011, cuando Delneri estaba en el banquillo. Entonces fueron Lecce, Bolonia y Milan los que vencieron a la Señora, esta vez fue el turno de Lazio, Sassuolo y Napoli.
Al final del partido, Allegri, en medio de la decepción general por el resultado, prometió:"El año que viene lucharemos sin duda por el Scudetto". Una forma de mantener el ánimo en el ambiente tras los muchos sobresaltos dentro y fuera del campo, más que un propósito basado en razones racionales. Si vamos a ver, de hecho, todavía no hay proyecto para el año que viene porque faltan los intérpretes que deberían armarlo.
El actual seleccionador Federico Cherubini es hombre muerto, ya que su destino está sellado tras la confirmación de su inhabilitación en la sentencia del juicio de las Plusvalías por parte del Collegio di Garanzia, por lo que se necesitará un nombre para confiar esta pequeña reconstrucción de los escombros. Allegri habla de un futuro fuerte con una reconfirmación en su caso que debería producirse por dos razones: la primera es su contrato muy oneroso, la segunda es la confianza del nuevo club dirigido por el presidente Ferrero que, encontrándose sin más puntos fijos, ha decidido ampliar sus poderes confiándole también una gestión directiva del área deportiva para apoyar a la SD.
El problema, como decíamos, es que el director deportivo será una casilla a cubrir cuanto antes en el tablero bianconero, y aquí hay varios nombres para el papel. Empezando por la influencia de Allegri en la futura decisión, el primer nombre que suena es el de Frederic 'Ricky' Massara, actual directivo del Milan que, junto a Paolo Maldini, se encarga del mercado rossonero.
No es ningún misterio que el técnico de la Juve presiona por él, en virtud de su larga amistad. De hecho, ambos se conocen desde hace más de 30 años, ya que fueron compañeros de equipo en el Pescara de Galeone. Massara, que ha renovado su contrato con los rossoneri hasta 2024, podría aceptar el destino y el Milan podría concederle su nulla osta después de un mercado de verano desastroso (las compras de De Ketelaere y Origi, Dest entre otros, estaban bajo acusación), pero habrá que ver cómo continúa la temporada de los rossoneri. Lo lógico, de hecho, es que un éxito increíble e inesperado en la cita continental grabara en mármol los nombres de los autores de la hazaña.
Otro rumor recurrente en Turín es el de Cristiano Giuntoli, artífice del milagro del Nápoles con las perlas Kvaratskhelia y Osimhen, pero no sólo. El interesado, entrevistado ayer mismo por Dazn, glosó: "Son indiscreciones periodísticas. ¿Estoy fuera? Tengo contrato con el Nápoles y no hay nada'. En realidad, ha habido muchos contactos entre el club juventino y el directivo del Nápoles, y no sólo este año. Sin embargo, Giuntoli tiene contrato con los partenopei por un año más y es poco probable que el presidente Aurelio De Laurentiis le deje marchar después de la temporada del Scudetto.
Otros nombres que se barajan son los de Andrea Berta, delAtlético de Madrid, y Giovanni Rossi, del Sassuolo, pero parecen tener menos posibilidades en la sala de mandos bianconera. Un nombre sorpresa, él con un contrato que expira en 2023, es en cambio el de Igli Tare, actual director del Lazio. Todavía no parece haber contactos para la renovación y desde Formello se rumorea que el presidente Lotito podría dar la patada al técnico albanés tras 14 años de servicio para dar un papel similar al de Ferguson a Maurizio Sarri, que se encargaría de toda el área técnica. Además, el propio Tare podría estar en el punto de mira del Nápoles si De Laurentiis decide dejar marchar a Giuntoli a la Juventus.
Un nuevo nombre que salta a la palestra en estas horas es en cambio el de Pablo Longoria, actual presidente del Olympique de Mars ella, que sin embargo debería dar un paso atrás para regresar a la que la Juventus dejó en 2018 como responsable de scouting para aterrizar en el área técnica del Valencia. Las relaciones entre ambos clubes son buenas (confirmadas también por la presencia de Igor Tudor, actual entrenador del equipo marsellés) pero no será fácil arrebatárselo a los franceses, dado todo lo bueno hecho hasta ahora por el joven (37 años) presidente y habrá que ver si Longoria, que en cualquier caso está vinculado afectivamente a la Juventus, aceptaría 'degradarse' de presidente a director deportivo, aunque sea en un equipo de prestigio como el juventino.
Lo que es seguro por ahora es que la Juventus tiene prisa por encontrar un director deportivo, y las elecciones de los bianconeri podrían tener un efecto dominó que podría implicar a otros clubes.