Si algo esperaba el Barcelona era la vuelta de Alexia Putellas, quien tuvo que parar de nuevo por un contratiempo en la misma rodilla que la dejó en la enfermería durante diez meses. Pese a todo, lo cierto es que había vuelto a competir y que la progresión era clara: de firmar una participación testimonial en la final de la Liga de Campeones y tener un papel secundario en el Mundial a marcar diferencias otra vez (siete goles y tres asistencias entre septiembre y noviembre).
Su último encuentro del 2023 fue ante el Benfica en el máximo torneo continental. Y qué encuentro: manita al Benfica en el Estadi Johan Cruyff (5-0) con doblete incluido de la catalana, que abandonó el terreno de juego al descanso. Ella había cumplido ya y su equipo tenía encarrilado el triunfo. Lo que no sabía entonces era que iba a tener que esperar más de 100 días hasta volver a disfrutar sobre un terreno de juego en partido oficial.
Como era de esperar, Jonathan Giráldez optó por un once sin la talentosa centrocampista, que entró al campo junto a Fridolina Rolfö -acaba de recuperarse de una grave lesión- y Bruna Vilamala. El marcador era de 0-6 (Salma Paralluelo anotó un póker tras el chicharro de Vicky López y Graham Hansen se había sumado a una fiesta aún por terminar) y todo estaba ya decidido frente a una Real Sociedad que también aspira a estar en la final de la Copa de la Reina.
Alexia tardó apenas un cuarto de hora en ver portería: centro desde el costado derecho, remate fallido de Bronze que se convierte en asistencia y balón a la red cuando estaba ya en el mismísimo área pequeña. Las donostiarras, con tiempo para hacer el tanto del honor por medio de Amaiur Sarriegi (1-7), se quejaron de un posible fuera de juego. Dichas protestas fueron en vano dado que no cambiaron la decisión de la árbitra.