A pesar del diluvio caído en Barcelona y de la decepción tras perder en el Clásico cualquier opción de revalidar el título, Montjuïc respondió. La mejor manera de apoyar a Xavi después de reconsiderar su decisión de abandonar la nave culé.
Sus jugadores también quisieron mostrar ese apoyo sobre el húmedo césped atacando sin cesar a un Valencia con la lección bien aprendida: replegados atrás y como flechas a la contra. Pintaba bonito. De primeras, el Barça apostó todo a la derecha, insistiendo en el desborde de Yamal, pero sus centros no encontraban rematador.
Quienes sí dispararon fueron los che. Avisó Javi Guerra tras un gran robo de balón, pero golpeó fatal. Como Peter Federico, que se quedó solo en el mano a mano con Ter Stegen tras un brillante envío en largo de Mamardashvili y después de ganarle en el cuerpo a cuerpo a Cubarsí.
Lluvia de goles
Alguno en el Barça se acordó de que la banda izquierda también existía. Y Raphinha, en su primer centro, conectó con Fermín, novedad en el once y que, con su oportunismo habitual y un inmejorable giro de cuello, dejó de piedra al portero. Golazo del canterano y 1-0 en el marcador.
Pero, quién lo iba a decir, un garrafal error de Ter Stegen, de los peores de su carrera, permitió a Hugo Duro empatar a puerta vacía. El alemán quiso controlar picando la bola y se la regaló al delantero.
Ese fallo animó aún más a los del Pipo Baraja, que vio reforzada su idea cuando, en otra carrera a la fuga, Peter Federico fue cazado por un Araújo que fue al bulto y cometió un clarísimo penalti. Como el día del PSG, vamos, aunque sin roja. Pepelu fue el encargado de convertirlo en el 1-2.
La expulsión de Mamardashvili
El Barcelona apretó para empatar antes del descanso. El propio Araújo, queriendo redimirse, estrelló un balón en el palo. Pero lo peor para el Valencia fue la roja a su portero. Minutos después de salvar un gol a Joao Cancelo, emuló el error de Ter Stegen en un control que se le fue largo ante Yamal. No se le ocurrió otra que sacar la mano a pasear fuera de su área para evitar la marcha del rival. A la calle y Jaume Doménech a jugar.
Monólogo y el despertar de Lewandowski
Se esperaba un acoso y derribo del Barça. Y así sucedió. Lewandowski puso el 2-2 al poco del reinicio con un testarazo en el primer palo. Fermín, en fuera de juego, estaba en la dirección del balón y delante de la visión de Jaume, pero tras consulta con el VAR, se dio validez al tanto.
La mitad del trabajo ya estaba hecha. El Valencia hacía lo que podía, que era defenderse. Aun así, con el Barça volcado en ataque, Diego López se plantó ante Ter Stegen y cuando iba a fusilarlo... apareció Pedri, fresco de piernas, para salvar in extremis. No se había visto nunca al canario corriendo tan rápido hacia su propia portería. Una vez superado el susto, volvieron a la carga los locales en busca de la remontada. La pudieron firmar Koundé, Gündogan y Joao Félix, pero fue Lewandowski, otra vez él, quien cazó un balón suelto tras un mal despeje de Jaume para marcar el 3-2.
Y el propio polaco se quiso llevar el balón firmado a casa anotando de falta directa su tercer tanto de la noche.
Un resultado que devuelve al Barça a la segunda plaza, la que da acceso a la Supercopa de España de 2025 y a una gran lluvia de millones de euros.
Jugador Flashscore del partido: Lewandowski (Barcelona).