Daniel Alves fue condenado a cuatro años y medio de prisión por agresión sexual. El delito tuvo lugar el 30 de diciembre de 2022 en el baño de una discoteca de Barcelona. Estuvo encarcelado 14 meses antes de que se le concediera la libertad provisional el 20 de marzo de este año previo pago de un millón de euros.

La violación protagonizada por el exjugador del Barcelona, Sevilla, Juventus y São Paulo llevó a la población de Juazeiro a presionar a los dirigentes políticos para que se retirase la estatua, instalada en diciembre de 2020. La comunidad no estaba a favor de que el Ayuntamiento rindiera homenaje a un criminal que ya había sido juzgado por los tribunales españoles. 

En teoría, el homenaje nunca debería haber tenido lugar, ya que el artículo 21 de la Constitución del Estado de Bahía y la Ley Federal 6.454/1977 impiden dar el nombre de una persona viva a un bien público de cualquier tipo.

La Ley Orgánica de Juazeiro también va en contra del acto, al afirmar que "corresponde al Ayuntamiento disponer la denominación, numeración y enchapado de los lugares públicos, quedando prohibida la utilización del nombre o apellido de personas vivas".

Después de todo el embrollo en el que se vio envuelto el jugador, la estatua fue saqueada dos veces. La presión sobre el Ayuntamiento aumentó aún más después de que el Ministerio Público de Bahía (MP-BA) recomendase la retirada del homenaje, y el órgano municipal acató la recomendación.

A Daniel Alves también se le retiró una condecoración que había recibido de Bahía, el club en el que se hizo profesional.