Pocos días después de la derrota por 4-1 ante Japón que le costó el puesto a Hansi Flick, Alemania saltó al campo en Dortmund con Rudi Völler, director deportivo de la Nationalmannschaft, de vuelta como seleccionador para un único partido tras su etapa como técnico entre 2000 y 2004.

El eterno Müller

La revancha estaba en el aire, y como un partido contra Francia nunca puede ser realmente amistoso, Thomas Müller, completamente solo en el área al recibir un centro de Benjamin Henrichs, abrió el marcador en el minuto 4. Hoy hace exactamente 14 años, también en el Signal Iduna Park, marcó su primer gol con la selección. El de este miércoles fue su gol número 45 con la selección.

Sin Kylian Mbappé, aquejado de una leve lesión de rodilla, Didier Deschamps empezó el partido con un 4-4-2, con Antoine Griezmann, capitán esta noche, y Randal Kolo Muani en punta. Cuesta creer que el vasco disfrutara del inicio del partido. Aparte del gol inicial, la secuencia de posesión alemana duró 10 minutos, hasta el punto de que Aurélien Tchouaméni no tocó un solo balón hasta que Henrichs cometió falta sobre Griezmann.

Aunque Benjamin Pavard no es ningún desconocido en la Bundesliga, su regreso a Alemania como lateral derecho no ha sido un gran éxito. El nuevo jugador del Inter pasó apuros por la banda contra Serge Gnabry, que regateó salvajemente antes de abrir demasiado el pie (9º), e incluso Müller, que se complicó la vida buscando a Leroy Sané cuando Heinrichs se lanzaba al primer palo (18º).

Kolo Muani pudo haber sido objeto de penalti tras ser empujado porAntonio Rüdiger (20º), pero fue demasiado poco y demasiado tarde, aunque hubo cierta mejoría. Ilkay Gündogan tuvo que dejar su sitio a Pascal Gross , lesionado en la cadera ( 25º).

A la media hora de juego, Kolo Muani se encontró en la mejor posición de la primera parte, pero su disparo se marchó por encima de la portería de Marc-André ter Stegen (30º).

La falta de automatismos de William Saliba y Jean-Clair Todibo en la nueva pareja defensiva se dejó sentir, sobre todo en la elaboración, lo que provocó la pérdida de balón de Eduardo Camavinga y un poco de pánico en la izquierda francesa. Después de tres derrotas consecutivas, no hizo falta mucho para que el público se diera por satisfecho y lanzara un "hurra".

Tras deshacer el empate en un saque de esquina (36'), Griezmann aprovechó una falta de Rüdiger para encontrar de nuevo la cabeza de Tchouaméni, obligando a ter Stegen a rematar a gol (37'). En el siguiente saque de esquina, Kingsley Coman volvió a encontrar al centrocampista madridista, pero su cabezazo acabó en las manos del portero del Barcelona (38').

Theo Hernández, más presente en la segunda mitad del primer periodo, probó suerte con la derecha, pero Griezmann se la negó (43').

Doblete de Sané en los últimos minutos

Tchouaméni fue el primero en dejar su impronta en la segunda parte (46'), pero fue su disparo en el minuto 57, desviado por la firme mano de ter Stegen, el que provocó un escalofrío en los 2.000 aficionados franceses presentes. A continuación, el merengue envió un centro con el exterior de su derecha a la cabeza de Griezmann, pero el rojiblanco no acertó (58').

Cuando los Bleus parecían marcar la diferencia colectivamente, ayudados por las aportaciones de Jules Koundé, Marcus Thuram y Ousmane Dembélé, silbado por su regreso a Dortmund, fue la Mannschaft la que recuperó el control del balón. Por la izquierda, Julian Brandt encontró a Florian Wirtz, que estaba en una posición ideal para batir a Mike Maignan, pero Todibo atajó el balón (67').

A pesar de algunos avances de "Dembouz", los franceses apenas llegaron al último tercio del campo rival. No fue hasta un disparo enroscado de Grizi cuando ter Stegen volvió a ver puerta (82'). ¿Un resurgimiento ofensivo para empatar? Pues no. Después de que Todibo interceptara un pase, Kai Havertz, que entró a la hora de juego, habilitó a Sané, que hasta entonces no había marcado, y éste batió a Maignan con un zurdazo con el interior (87').

Sin embargo, los Bleus acortaron distancias en los instantes siguientes: Camavinga provocó una falta de su compañero de club Rüdiger y Griezmann transformó la pena máxima después de que ter Stegen se lanzara a por el gol.

Cuando menos se esperaba, Alemania ganó un partido de prestigio contra una Francia parcialmente remodelada y sin Mbappé, que no entró en juego. Sin duda, eso no bastará para endulzar el análisis de Deschamps, que no debió de saborear este primer revés de 2023.