La irregularidad que muestra el Barça es preocupante. Es capaz de completar una primera parte majestuosa en ambos lados de la pista para luego ir perdiendo consistencia, dar vida al rival y tener que estar jugando con el reloj para llevarse una victoria vital para sellar el camino hacia los playoffs.
Una primera racha de 0-9 en el primer cuarto permitió a los de Grimau amasar la primera buena renta (8-15), que se incrementó hasta los 19 cuando firmaron un 0-12 en el inicio del segundo acto (19-38). Los germanos, lejos de reaccionar, daban todo lujo de facilidades para que el Barça se sintiera aún más cómodo. Llegó a gozar de un +22 que se quedó en un 30-47 al llegar al descanso.
Peor no lo podían hacer los locales y tampoco es que los azulgrana tuvieran que apretar los dientes para mantener el hueco. Se repitió la historia en el tercer cuarto al disfrutar de otro +22 y encarar el último con un claro 53-71.
Con todo ya perdido es cuando los de Laso se lanzaron a tumba abierta y lograron intimidar a los catalanes con un 77-83 a dos minutos del final. La buena defensa dirigida por un cada vez más influyente Ricky Rubio, y la valentía de Laprovittola, ayudó entonces a que la herida no fuese mortal y el Barça se pudo llevar una victoria, la 21ª, que le permite mantenerse una jornada más entre los cuatro primeros.
El mejor en cuanto a números se refiere fue Serge Ibaka, que tuvo un gran pique con Hernangómez, anotando 17 puntos y capturando 12 rebotes. Weiler-Babb también sumó otros 17 puntos para los muniqueses. Por el lado ganador fue Jabari Parker el máximo anotador con 15 puntos, bien secundado por Laprovittola con 14 puntos y Vesely con 12. Muy completo también el partido de Satoransky, con 9 puntos y 7 asistencias.
Centro de estadísticas del Bayern de Múnich-Barcelona.