El Chelsea, donde compiten los españoles Marc Cucurella, César Azpilicueta y Kepa Arrizabalaga, es una de las grandes decepciones del fútbol europeo. Llegaron a los cuartos de la Champions League, ronda en la cual compitieron con dignidad pese al 4-0 global, y no van a disputar ninguna final copera. Acabar la temporada en blanco es algo negativo para una entidad tan poderosa y que invierte tanto, pero quedarse fuera de los torneos continentales para el próximo curso es un auténtico drama.
Este miércoles, en Stamford Bridge y contra el Brenford (0-2), sumaron una nueva derrota y ya son ocho partidos seguidos sin ganar (cinco derrotas sin freno). Hay que remontarse al 11 de marzo para toparse con la última alegría, cuando se impusieron al Leicester City, que pelea por no bajar de categoría, gracias a los goles de Ben Chilwell, Kai Havertz y Mateo Kovacic (1-3). Tras lo ocurrido en las últimas horas, los de la capital inglesa se quedan undécimos. Han perdido 11 encuentros, han ganado una decena de encuentros y han empatado nueve veces.
Revolución sin frutos
Graham Potter agotó su crédito y el club optó por recuperar a Frank Lampard, que tampoco tenía mucho mejor que hacer y ya sabe que se irá de nuevo cuando acabe el presente curso. La opción de Luis Enrique se ha enfriado y el futuro, por tanto, está en el aire. La plantilla es un disparate: muchos nombres destacados, un puzle con piezas que no encajan e incorporaciones a un precio desorbitado que todavía no han rendido sobre el césped (entre otros, Enzo Fernández y Mijailo Mudryk).
Es evidente que los fichajes de invierno (especialmente el centrocampista argentino y el extremo ucraniano) apenas han cambiado las cosas. Es más, los resultados son incluso peores. No se libra tampoco Joao Félix, quien se las prometía muy felices cuando dejó de verle la cara a Diego Pablo Simeone y puso rumbo a la Premier League. Ha marcado un par de goles y ha dejado algunos detalles de calidad, unos registros muy pobres para un futbolista que incluso es ahora suplente.
Lo bueno y lo malo
Si de algo pueden presumir los Blues en estos momentos de entreguerra es del nivel ofrecido en defensa. Han encajado 35 tantos, menos incluso que el Arsenal (38). El Newcastle es el que ha puesto el candado más grande en su portería (25) y el Manchester City se queda con la posición de plata, también por debajo de la treintena (29). Este dato deja en buen lugar a Kepa, que parece bastante asentado bajo palos tras mucho tiempo siendo espectador desde el banquillo.
Es normal y apenas sorprende el hecho de que el penúltimo campeón de Europa brille en un aspecto tan importante, pero lo más extraño es, sin lugar a dudas, que sea el quinto peor ataque de la competición (30 tantos). Tan baja es la cifra que hasta es inferior a la de los goles en contra. Everton (24), Southampton (27), Nottingham Forest (29) y Wolverhampton (29) -en ese orden- destacan en este negativo ranking que ningún club, y mucho menos el Chelsea, querría liderar.