OPINIÓN | Juega, Vini, juega… contra el racismo

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OPINIÓN | Juega, Vini, juega… contra el racismo
Vinicius Junior
Vinicius JuniorBEN STANSALL/AFP
Vinicius Junior (23) juega el partido más importante de su vida contra los racistas, algo que no debería pasar en pleno 2024.

Es la historia más vieja del mundo: a lo largo de los siglos el hombre blanco ha estado acostumbrado a someter al hombre negro mediante la fuerza.

Ahora, en el siglo XXI, con una sociedad presuntamente más civilizada y evolucionada, las personas de color pueden demostrar que sus cualidades en muchos ámbitos, lo que parece no gustar a un sector racista de la población empeñado en seguir creyéndose poseedor de una superioridad otorgada por derecho divino.

Tal vez no te encuentres a ninguno de esos individuos maleducados por la calle, en tu día a día, haciendo gala de su falta de educación y un coeficiente intelectual ínfimo. Sin embargo, en los campos de fútbol han encontrado el mejor de los altavoces para seguir oprimiendo a personas negras que lo único que quieren es hacer bien su trabajo y ser felices, como cualquier otro ser humano.

Vinicius no pudo reprimir las lágrimas en rueda de prensa
Vinicius no pudo reprimir las lágrimas en rueda de prensaRafael Ribeiro/CBF

El anonimato que les aporta la grada encubre su falta de valor. Armados de prejuicios tratan de hundir a muchachos que están por encima de ellos en todos los aspectos de la vida. La frustración les hace sacar lo peor de sí mismos y piensan que nadie les va a plantar cara.

Pero amigos, han encontrado la horma de su zapato en Vinicius Junior, un chico que, además de estar entre los mejores futbolistas del mundo, ha decidido que no va a tolerar que continúen haciendo la vista gorda a los racistas y violentos dentro del deporte que tanto ama.

"Que la gente de color tenga una vida normal. Si esto fuera así iría a los partidos de mi club centrado sólo en jugar. Lo único que quiero es seguir jugando y que todo el mundo tenga una vida normal", dijo en su última rueda de prensa, justo antes de romper a llorar por la rabia y el peso de llevar tanto tiempo luchando contra la injusticia. No pide más y no merece menos. Tanto él como aquellos que aguantan vejaciones cada día por contar con un simple rasgo físico.

Cambio de realidad

"No es racismo, le insultan por provocador", señalan algunos al tratar de tapar su racismo. ¿Desde cuándo defender lo que es justo se considera provocación?

El gran problema de fondo es que ya no son los blancos los que dominan la primera plana del fútbol mundial. Ello nos devuelve a la raíz, los supremacistas blancos, violentos y racistas están perdiendo en el mayor campo de batalla de la actualidad la disputa que ellos mismos iniciaron al someter a los negros, sin miramientos, hace ya cientos de años.

Ahora, haciendo gala de la cobardía que siempre tuvieron, y en vista de que en igualdad de condiciones alguien de color puede ser mejor que ellos, sólo les queda insultar, vejar e intentar amedrentar a tipos que se han cansado de aguantar todas esas descalificaciones.

Lamine Yamal, Vinicius, Nico Williams y Rodrygo antes del España - Brasil
Lamine Yamal, Vinicius, Nico Williams y Rodrygo antes del España - BrasilRFEF

Sobre el campo ya no mandan los Maradona, Zidane, Cruyff, Beckenbauer, Van Basten o Messi. Es el tiempo de los Vinicius, Mbappé, Rodrygo, Endrick, Vitor Roque, Lamine Yamal, Nico Williams o Bellingham. Un cambio de realidad que tiene muy descolocados a aquellos que se dicen "amantes del fútbol", pero que no ven más allá de la tonalidad de la piel a la hora de despertar su odio.

Por ello, sólo puedo decirle una cosa al hombre que va a sacar a todos los racistas de los estadios: Juega, Vini, juega, que vas a ganar el partido más importante de tu vida y dejarás un mundo mejor tras de ti. Y lo mejor de todo, lo vas a hacer desde el campo, con un balón en los pies.

Miguel Baeza - Editor
Miguel Baeza - EditorFlashscore