Sólo fueron 20 minutos, precisamente sustituyendo a otro madridista como Rodrygo, los que estuvo en el terreno de juego, tiempo suficiente para marcar un gol y casi un segundo ya en los últimos segundos. Pero es la prueba de que parece un elegido y de que ha llegado, salvo extrañas circunstancias, para quedarse con la canarinha.
Curiosamente, el 23 de marzo de 1994 un tal Ronaldo Nazário, con un 17 años, debutaba con la canarinha. Justo 30 años después, otro chaval que aún no ha cumplido la mayoría de edad, se estrenaba como goleador con la pentacampeona mundial. Buena efeméride.
Todo esto refuerza aún más la percepción en el Real Madrid de que han acertado de pleno con la contratación de un adolescente al que fichó en diciembre de 2022, con sólo 16 años y un pequeño puñado de apariciones en la élite con el Palmeiras. Pagó 35 millones de euros más otros 25 en variables, de los que ya ha tenido que abonar 7,5. Si todo se cumple, la cifra llegará a los 60. Pero si eso ocurre será porque ha triunfado vestido de blanco, por lo que su caché aumentará aún más si cabe y la inversión habrá merecido la pena.
Cuando Endrick aterrice en el Bernabéu este verano, como le está ocurriendo a Vitor Roque en el Barça, necesitará un tiempo de adaptación. Pero no sólo eso. Igual que le pasó a Vinicius y Rodrygo, tendrá que tirar de paciencia para ir ganándose minutos porque su lugar inicial será el banquillo. Más todavía si Mbappé se confirma.
Pero el futuro es suyo. Y en la Casa Blanca piensan en los réditos que puede dar un tridente Rodrygo-Endrick-Vinicius, por hablar sólo de los delanteros brasileños. El primer ejemplo se vio en Wembley. Endrick siguió la jugada en la que Vinicius se plantó solo ante el portero. El rechace de este le cayó a sus pies y sólo tuvo que empujarla. Pero mostró velocidad, capacidad de desmarque y el oportunismo que suele caracterizar a los goleadores.