La selección japonesa de rugby, a recuperar en el Mundial el tiempo perdido por el Covid-19

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Tras el freno de la pandemia, la selección japonesa de rugby se concentra ahora en el Mundial
Tras el freno de la pandemia, la selección japonesa de rugby se concentra ahora en el Mundial
Tras el freno de la pandemia, la selección japonesa de rugby se concentra ahora en el MundialAFP
Japón debería haber aprovechado la dinámica generada en la exitosa organización del Mundial de rugby de 2019, pero la pandemia de Covid-19 entorpeció los esfuerzos para aprovechar ese éxito.

Hace cuatro años, los Brave Blossoms derrotaron a Irlanda y Escocia para alcanzar los cuartos de final por primera vez, desencadenando una 'rugbymanía' en un país habitualmente monopolizado por el béisbol y, en menor medida, el sumo, el fútbol y el tenis.

Pero el equipo nacional no jugó un solo partido durante los siguientes veinte meses, debido a que el gobierno impuso estrictas restricciones sobre los desplazamientos durante la pandemia y el campeonato nacional terminó en la temporada 2020 después de sólo seis jornadas.

El seleccionador de Japón, Jamie Joseph, afirma que su equipo está preparado para enfrentarse a Inglaterra, Argentina, Samoa y Chile en el Grupo D del Mundial de Francia (8 de septiembre al 28 de octubre), pero lamenta que la pandemia haya cortado los brotes verdes del rugby en su país.

"Cualquier legado creado por el Mundial se ha perdido completamente", explicó a la AFP el neozelandés, que entrena a Japón desde 2016.

"Sacamos mucha confianza de ese Mundial y después ¡paf¡ No pudimos jugar antes de junio del año siguiente. Fue difícil", señala.

La selección nipona ha disputado menos de 20 test internacionales desde el último Mundial. Es poco en comparación con los disputados por las primeras potencias del rugby en el mundo.

El rendimiento fue discreto durante la recepción de Nueva Zelanda y Francia (sendas derrotas por 38-31 y 20-15), pero sus salidas a Inglaterra e Irlanda se saldaron con contundentes derrotas.

A pesar de todo, mantienen la confianza de cara al Mundial, y el excapitán Michael Leitch ha llegado a declarar que Japón puede ganar el torneo.

El ala Kazuki Himeno, que brilló con los Otago Highlanders en Super Rugby en 2021, declaró que Japón tiene "más recursos" que en 2019.

"Tenemos también más profundidad, con muchos jóvenes jugadores que llegan. Podemos jugar bien sea cual sea la composición del equipo", aseguró.

Un campeonato en progreso

Himeno, ahora convertido en capitán, valora que la notoriedad cada vez mayor del campeonato de Japón ha contribuido a mejorar la situación del equipo nacional. Numerosos jugadores internacionales de renombre han aterrizado en el archipiélago y otros deberían llegar, entre ellos los All Blacks Richie Mo'Unga y Ardie Savea.

El medio apertura internacional australiano Bernard Foley, quien ganó el título de campeón con los Kubota Spears este año, declaró que la competición "fue viento en popa".

"Es probablemente mucho más rápido que el rugby de test-matches", indicó después de la final ganada en mayo contra los Saitama Wild Knights, que fue seguida por más de 40.000 espectadores en el estadio nacional de Tokio.

Los dirigentes de la Japan Rugby League One afirman querer hacer de su campeonato el mejor del mundo, pero no todo el mundo cree que eso vaya en el interés general del rugby japonés.

Para Joseph, los Sunwolves, equipo basado en Tokio que participó en Super Rugby desde 2016 antes de salir de la competición en 2020, jugaron un rol determinante en la preparación de sus jugadores japoneses para el Mundial 2019.

Valora que tan solo hay "un puñado" de partidos complicados en el campeonato japonés mientras que "en el Super Rugby, para los Sunwolves, había un puñado (de partidos complicados) cada semana".

"Es ahí donde la diferencia es evidente: uno prepara a un equipo a ganar una competición nacional y la otra prepara a los jugadores del equipo nacional a disputar los Mundiales", resume Joseph.

Símbolo de la popularidad del equipo nacional, el partido contra los All Blacks del año pasado atrajo a más de 65.000 espectadores en Tokio.

Incluso si la selección no recibirá evidentemente el mismo apoyo en Francia que como local hace cuatro años, Himeno está convencido de poder hacerlo mejor porque "juega a un nivel más alto que en 2019".

"La pandemia nos dio la ocasión de examinar con atención nuestro rugby y, en ese sentido, tuvo un aspecto positivo", aseguró. "Pero ese periodo ha pasado y debemos concentrarnos en lo que nos espera y solo pensar en eso".