El que fuera árbitro de Primera división, a través de la empresa DASNIL 95 SL, que está siendo investigada por la Fiscalía, facturó al club azulgrana 532.728,02 euros en el año 2016, 541.752 en 2017 y 318.200 en 2018, según ha desvelado el programa 'Qué t'hi jugues' de SER Catalunya.

Esos cobros los ha justificado Enríquez Negreira, sin facturas, como un trabajo de asesoría sobre los árbitros que iban a dirigir partidos del Barça. Ante las sospechas sobre un posible tráfico de influencias por ejercer como vicepresidente del CTA y, al mismo tiempo, trabajar para una entidad que podría verse afectada por decisiones de los árbitros de ese organismo, el investigado ha asegurado que no hubo trato de favor.

Pero la sombra está ahí. Y por eso el Barcelona ha reaccionado con un comunicado para intentar limpiar su imagen y avisar a quien la quiera ensuciar. 

"Ante la información emitida hoy en el programa Què t'hi jugues de Ser Catalunya, el FC Barcelona, conocedor de los hechos que está investigando Fiscalía relativos a pagos efectuados a empresas externas, quiere dejar claro:

Que el FC Barcelona contrató en el pasado los servicios de un consultor técnico externo, quien suministraba, en formato vídeo, informes técnicos referidos a jugadores de categorías inferiores del Estado español para la secretaría técnica del Club.

Adicionalmente, la relación con el propio proveedor externo se amplió con informes técnicos relacionados con el arbitraje profesional a fin de complementar información requerida por el cuerpo técnico del primer equipo y del filial, una práctica habitual en los clubes de fútbol profesionales.

Actualmente, este tipo de servicios externalizados recae en un profesional adscrito al Área de Fútbol".