La Kings y la Queens League enamoran a una Málaga entregada

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La magia de la Kings y la Queens League llena y pone en pie a La Rosaleda

Atardecer de lujo en La Rosaleda.
Atardecer de lujo en La Rosaleda.Kosmos / Kings & Queens Cup Finals
Cuatro partidos, más de seis horas y dos triunfadores (Aniquiladoras y Ultimate Móstoles) en una plaza que vibró con un sinfín de incentivos (los goles, a veces, eran lo de menos). Y hasta hubo una pedida de mano: de Susi López, defensa del equipo campeón, a su pareja.

Ruido, humo y mucho espectáculo en las finales de la Kings y la Queens Cup. El sur tenía ganas de recibir a la revolucionaria competición y fue Málaga la encargada de acoger la tercera parada. Tras lo visto en el Camp Nou y en el Cívitas Metropolitano, la única certeza pasaba por la diversión de un público entregado. Las más de 30.000 entradas vendidas, lo que se traducía en un lleno absoluto, aseguraban que la estampa iba a ser casi de postal.

El bajo ritmo en los tornos del estadio provocó que muchos aficionados tardaran más de lo esperado en acceder: las largas colas y el infinito verano de la Costa del Sol dieron como resultado una combinación fatal para quienes llevan mal lo de pasar calor. Encontrar a alguien sin gotas de sudor en su rostro era una misión casi imposible. Esta situación provocó que Kiko Rivera cantara El Mambo (sin poner a prueba su voz, todo un hito) cuando aún había bastantes asientos sin ocupar.

No faltó el 'show' en La Rosaleda.
No faltó el 'show' en La Rosaleda.Kosmos / Kings & Queens Cup Finals

Los presidentes llegaron en unos carritos muy peculiares y bajo una atmósfera que bien podría verse en la Super Bowl (permitan la hibérbole). No había resucitado Freddie Mercury ni tampoco volvían los Rolling Stones a España, pero el evento traía consigo una dosis de parafernalia que ya es seña de identidad. Era así, con cañones que lanzaban camisetas y otros objetos de merchandising, como se mataban los primeros ratos muertos.

Otro 'golazo' de Piqué

Si para algo sirvió la cita fue para que los allí presentes olvidaran sus problemas y desfogaran a gusto. Cuando alguna decisión arbitral no era beneficiosa para Los Troncos (club que contó con Joaquín Sánchez, el más aclamado de todos en la que fue su casa durante dos temporadas), había un buen puñado de pitos -la vilipendiada Rivers también se los llevó-; si el ex del Real Betis hacía una buena jugada, los aplausos reventaban el ambiente. 

Piqué y Joaquín se abrazan antes del evento.
Piqué y Joaquín se abrazan antes del evento.Kosmos / Kings & Queens Cup Finals

Hubo tiempo para hacer la ola en más de una ocasión o, como suele ocurrir en este tipo de contextos, sacar las linternas a pasear. Entretanto, Gerard Piqué, Ibai Llanos y compañía disfrutaban de la velada a pie de campo, a no más de 15 metros de distancia de la línea lateral y a la vista de todos los allí presentes. Estará muy satisfecho el ex del Barcelona, quien anunció que la siguiente edición se celebrará de nuevo en la capital de la Costa del Sol, porque, pese a quien le pese, volvió a triunfar una vez más como líder de un proyecto que ha llegado para quedarse.

Poco después de que Aniquiladoras lograra un sufridísimo triunfo en el partido decisivo, con el momentazo romántico posterior, Soge Culebra y Marc Seguí sigueron animando (todavía más) a los 30.044 asistentes. El último sacó buena parte de su repertorio y mejoró con creces el papelón del artista sevillano -estuvo apenas cinco minutos sobre el verde- pese a que también tiró de playblack -no así en Tiroteo, un tema que encandiló a una grada que botó, gritó y se desató-