Joaquín Sánchez volvió al pasado. Y no lo hizo en un lugar cualquiera, sino en la que fue su casa por dos temporadas. Allí disfrutó de la Champions League en el mejor Málaga de la historia y vivió una auténtica historia de amor con una afición que le he hecho saber el cariño que le tiene. Jugó unos cuantos minutos y, pese a no brillar como antaño, fue capaz de dar una asistencia para abrir el marcador en el duelo entre Aniquiladores y Los Troncos.
Tras culminar su breve y muy aplaudida participación, dijo ante los medios de comunicación que se había visto "muy mal" y que la sensación había sido "increíble". Todavía no se le ha olvidado cómo atarse las botas, a la vista está, y su estelar aparición ha hecho que vuelva a sentirse "como un chiquillo". Además, explicó que no iba a jugar el segundo encuentro debido a que el césped "está un poquito duro y seco" y porque "el protagonismo le corresponde a ellos".
Por otro lado, hizo referencia al club costasoleño y a la situación que atraviesa (milita en la tercera categoría del fútbol español, que ni siquiera se considera profesional). "Desgraciadamente, es una pena verlo ahora donde está", explicó el exjugador, que mandó "toda la fuerza posible para que se vuelva a recuperar" y, de ese modo, que la ciudad vuelva a "disfrutar" en la élite. Si algo tiene claro Joaquín es que su apoyo estará presente "toda la vida".
Y por último, sobre las conversaciones con la organización, comentó lo siguiente: "Desde que empezamos a hablar de poder participar en la Kings League, pues me hizo mucha ilusión porque es un futbolista (Gerard Piqué) al que conozco hace mucho tiempo. Hemos compartido muchos momentos y, después, el venir a La Rosaleda da también un plus para yo encontrarme feliz y reencontrarme con una casa a la que quiero. En ese sentido, estoy contento".