Si el Celta de Vigo no ganaba desde el pasado 1 de septiembre, cuando se impusieron por 2-3 al Almería, el Granada afrontaba el partido en un contexto muy parecido (la última victoria data del 26 de agosto, cuando superaron por ese mismo resultado al Mallorca como locales). En definitiva, los gallegos afrontaban la cita sabatina en busca de su primera alegría en casa y los visitantes aspiraban a sonreír, al fin, lejos del Nuevo Los Cármenes.

Qué fácil parece y qué complicado es cuando el bucle se presenta infinito. Marcar un gol más que el rival, tan simple como eso. Sólo uno de ellos, o incluso ninguno, iba a experimentar esta sensación en Balaídos. Los dos, seguro que no. Quien más lo intentó en los compases iniciales fue el equipo de casa, que tardó apenas 15 segundos en rematar (por medio de Renato Tapia). Y nueve minutos hubo que esperar hasta el primer disparo a portería, con protagonismo para Iago Aspas.

Un tal Strand anda suelto

Era más complicado fallarla que acertar, pero Unai Núñez definió mal cuando ya se cantaba el 1-0. Respondieron los visitantes con una acción similar, también a balón parado, y fue finalmente Strand Larsen quien abrió el marcador al minuto 20. La jugada tenía más sombras que luces... hasta que el delantero se inventó un fabuloso taconazo. Con dudosa intención de asistir, el mencionado central se la cedió a su compañero para fabricar un tanto decisivo.

Jonathan Bamba amenazó con ampliar la ventaja mediante un buen golpeo que encontró la respuesta de André Ferreira, quien está ganándole la partida por la titularidad a Raúl Fernández. Los andaluces seguían con vida al descanso por el ajustado resultado, si bien necesitaban ofrecer una mejor versión, especialmente en ataque, para incomodar a Vicente Guaita y compañía. La salvación podía seguir a cinco puntos o, en el mejor de los casos, a sólo un par de unidades.

Un triunfo muy dulce

Los fogonazos de Bryan Zaragoza desde la izquierda se presentaban fundamentales de cara a animar el envite. Tras pasar desapercibido hasta el descanso, se convirtió en la gran esperanza de la segunda mitad. No fue él, sino Lucas Boyé, quien puso a prueba la fiabilidad del guardameta local, que frenó el intento del argentino con la rodilla y a ras de césped. Entretanto, el Celta seguía acumulando tarjetas amarillas (media docena, ocho en total).

Las posibilidades del cuadro comandado por Alexander Medina aumentaron allá por el 79', momento en el cual Aspas recibió una roja directa debido a un duro pisotón sobre el talón de Óscar Melendo. Aunque la superioridad facilitaba la tarea de rescatar al menos un punto, el plantel celeste aguantó los embistes rojiblancos y puso fin a una sequía que se prolonga en el caso de los nazaríes (son penúltimos, un puesto que ya no pueden abandonar en lo que resta de 2023).

Jugador Flashscore del partido: Strand Larsen.

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