La pasada campaña Camavinga se consagró en el conjunto blanco. Pero no como centrocampista, ante la enorme competencia que tenía, y tiene. Lo hizo como lateral izquierdo por la larga lesión de Ferland Mendy y la falta de un sustituto natural en la plantilla para su compatriota.
Ancelotti le explicó que era por una cuestión de necesidad imperiosa, pero que con la recuperación de Mendy y el fichaje de Fran García ya no tendría que volver a jugar ahí. Y, sin embargo, lo ha hecho esta misma campaña en algún encuentro, incluso con los dos laterales zurdos en la convocatoria.
Con Francia, tres cuartos de lo mismo. Deschamps tampoco ha hecho ascos a colocarlo ahí. En el Mundial, sin ir más lejos. No es lo habitual, pero aún no tiene los galones suficientes para imponer su criterio por encima del técnico. Y si éste se lo pide nuevamente, pues tendrá que apechugar.
"No me gusta esta posición"
Pero si le preguntan, Camavinga no deja lugar a dudas, como ya hizo con su técnico en el Real Madrid. "No es ningún secreto que no me gusta esta posición. Hablé con Ancelotti, pero lo más importante es el equipo. Como soy un jugador de equipo, jugaré de lateral si me lo piden, aunque no me guste. Hay que dejar de lado la diversión para ayudar al equipo. No siempre se consigue lo que uno quiere, hay que equilibrar las cosas", ha comentado en la previa del amistoso ante Escocia.
Aun así, no se rinde y apuesta por seguir trabajando para convencer a ambos entrenadores de que rinde más y mejor en la medular. "Voy a demostrar de lo que soy capaz. En este equipo hay jugadores que son titulares y yo intento, cada vez que salgo al campo, demostrar al entrenador que merezco más minutos. Tengo que respetar las decisiones del entrenador, trabajar y trabajar".