Pero era un llanto de orgullo por haberlo dado todo, por haber tuteado al Real Madrid de las finales, por haber tenido tan cerca el primer título oficial de la historia de un club centenario como Osasuna. "Esta afición se merecía la Copa. Y después de tanta tensión, pues te echas a llorar. Estoy orgulloso del equipo, de la gran afición que tenemos. Una pena porque hemos estado cerca", decía el entrenador del cuadro rojillo a la conclusión de la final. 

Y es cierto que después de sobreponerse a un gol en el minuto 2, su equipo dio algo más que la cara. Empató a los diez minutos de la segunda mitad con un golazo de Torró y tuvo a los blancos contra las cuerdas. "Estaba enfrente el Madrid de las finales y en el minuto 1 nos dimos cuenta de lo que era. Después de empatar el equipo ha estado muy entero pero no ha podido ser. Es uno de los mejores equipos del mundo", se lamentaba Jagoba Arrasate. 

Mas no tanto por él sino por sus pupilos y por las 20.000 gargantas que se ilusionaron con la Copa. "Sentimos muchísimo que no sean campeones. Nos han dado fuerzas cuando no había, pero volveremos a intentarlo. Ahora estamos muy tristes, pero esto es un punto de inflexión para el osasunismo".