Real Madrid y Barcelona vuelven a verse las caras en un contexto que nada tiene que ver a los dos últimos. Incluso podemos añadir un tercero, el de la ida en LaLiga Santander, porque la situación en la tabla era radicalmente opuesta. El triunfo de los anfitriones sirvió para, en parte, olvidar lo ocurrido meses atrás, con el conjunto de la capital más relajado de lo habitual, aquel contundente 0-4 en el Santiago Bernabéu. Más allá de lo anecdótico, ahora puede interpretarse que era ya un síntoma de debilidad y un aviso para el futuro.
Carlo Ancelotti y sus futbolistas habían sacado adelante, con bastante solvencia además, el Clásico de octubre, una victoria que servía para dejar en lo más alto de la tabla al vigente campeón. Pero lo visto durante esos 90 minutos, una superioridad incontestable, no se vio reflejada meses más tarde, en el partido celebrado en Arabia Saudí. Karim Benzema anotó el único tanto de su equipo y hubo que esperar hasta el descuento, cuando el marcador era de 0-3 para los culés en una auténtica exhibición de Gavi.
El propio jugador sevillano firmó la primera diana del choque a pase de Robert Lewandowski. Ambos futbolistas intercambiaron papeles para que el polaco batiera a Thibaut Courtois e hiciera el segundo. Y así es como se llegó al descanso, con la imperiosa necesidad de que el Madrid sacara las garras tras el paso por vestuarios, pero la mejoría no fue suficiente para tumbar tres veces a Marc-André Ter Stegen, una de las grandes figuras del curso. Pedri González, duda en el once de cara al domingo, marcó el tercero.
Pese al resultado, las estadísticas explicaron que fue un encuentro igualado. También apuntaron que el actual campeón de Europa gozó de más ocasiones y hasta obligó al arquero alemán a hacer más intervenciones que el belga. Lo cierto es que muchas de esas oportunidades llegaron cuando los de Xavi dominaban de forma muy rotunda en el marcador, por lo que pierden bastante trascendencia. Y con el pitido final, después de poco más de un año en el cargo, llegó el primer título -en su club actual- para el catalán.
Ventaja para el Barça en Copa
Los últimos enfrentamientos entre Madrid y Barça se parecen muy poco entre sí. Después de lo ocurrido en territorio asiático, ambos se vieron las caras a principios de marzo en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Sin Lewandowski, Dembélé y Pedri, parecía complicado que los visitantes pudieran inquietar demasiado a la zaga local, pero activada su versión más conservadora, con un estilo de juego muy atípico y gol en propia puerta de Éder Militao, lograron una mínima y preciada ventaja para la vuelta (0-1).
Habrá que esperar a principios de abril para conocer cuál es el desenlace de esta eliminatoria (Osasuna se encuentra en una situación similar frente al Athletic Club). Como el estado anímico suele tener mucho peso, lo que ocurra este fin de semana -con Ricardo de Burgos Bengoetxea para impartir justicia, el mismo que dirigió ese Clásico en Arabia Saudí- puede influir también sobre el duelo a doble partido. En cualquier caso, si los puntos viajan hasta la capital, más allá del previsible enfado, no sería ningún drama para los culés.
Puedes seguirlo y vivirlo a través de Flashscore, incluso con audicomentarios.