Avisado por los apuros sufridos por Real Madrid y Barcelona ante el Cacereño e Intercity, respectivamente, el Athletic no quiso dejar opción alguna al Eldense, al que atosigó desde el pitido inicial, aunque sin terminar de asaltar los dominios de Stamatakis.
Superado el primer cuarto de hora, y mientras los bilbainos se tomaban un ligero descanso, los locales se quitaron la timidez con aproximaciones de Ortuño y Nieto que un muy atento Vivian se encargó de alejar. Y cuando superaban, rara vez, al poderoso central, aparecía Agirrezabalaga para intimidar al rival. Ortuño tuvo un mano a mano, pero la mandó fuera.
Lo que suele pasar en este tipo de encuentros es que si el pequeño perdona, el grande te mata. Y cuando Muniain y Berenguer comenzaron a aparecer entre líneas y a hacer diabluras, el duelo se decantó definitivamente para los rojiblancos. Sólo faltaba el gol y este llegó en el minuto 34.
Muniain y Berenguer, los Zipi y Zape
Un centro de Raúl García desde la derecha lo remató de primeras Berenguer. El meta respondió bien colocado tirando de reflejos, pero por ahí apareció Nico Williams para marcar a puerta vacía.
La desilusión local se hizo más grande cuando Berenguer, tras el rechace de una falta sobre Muniain, soltó un zurdazo ajustado al palo que hizo imposible la estirada del meta. Así se llegó al descanso, con la sensación de que el Eldense no había jugado mal, pero dos zarpazos le costaron un 0-2.
Y así continuó el guion en la segunda mitad, con un anfitrión que seguía imponiendo un fuerte ritmo en la presión, que no desistía en su intento, contra un Athletic que en cuanto llegaba al área rozaba el gol. El tercero lo anotó Zárraga tras una brillante acción de Muniain marchándose de dos contrarios y dando el pase de la muerte.
Asunto resuelto con el 0-3 y más aún con el 0-4 que llegó en el 64 tras una excelente combinación finalizada con un pase interior de Vesga que dejó solo a Berenguer para que el 7 batiese de nuevo a Stamatakis.
Demasiada abultada la goleada se podía pensar. Y aunque no es consuelo, el denominado tanto del honor llegó gracias al empuje de Soberon, que hizo de 9 a la antigua usanza. Aguantó de espaldas a la portería, ganó la posición en el área pequeña y se revolvió en una baldosa para perforar la meta bilbaina.
Doblete de Berenguer... y Muniain cierra la fiesta
La eliminatoria estaba más que decidida, pero el Athletic quería más y no se conformó con el 1-4. Así que buscó la manita y la encontró con una acción de Berenguer, cuyo centro, en su intento de ser despejado, acabó Rubén Correia introduciéndolo en su meta para su propia desesperación.
Aún quedaba un cuarto de hora y faltaba la diana de Muniain, merecida para él por su enorme y brillante partido. Con ese tanto se cerró la ronda en Elda y los rojiblancos estarán el sábado en el bombo de octavos de final de la Copa. Buen festín de Reyes para los de Ernesto Valverde.
Jugador Flashscore del partido: Muniain (Athletic de Bilbao).