Osasuna cabalga hacia los octavos gracias al rey Kike y al mago Abde (1-2)

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Osasuna cabalga hacia los octavos gracias al rey Kike y al mago Abde (1-2)

Kike García pudo sonreír en el Nou Stadi
Kike García pudo sonreír en el Nou Stadi@osasuna
El conjunto catalán consiguió eliminar al Málaga, de una categoría superior, en un partido que ni siquiera llegó a la prórroga (2-1), pero la dificultad subía un escalón en los dieciseisavos de final al tener que medirse a un equipo de Primera como Osasuna, ubicado además en la zona noble de la clasificación (noveno con 23 puntos).

Cuando pierdes 3-0 contra el filial de un equipo indudablemente mejor, la única posibilidad que tienes para evitar el bloqueo mental y creerte que puedes ganar es salir con toda la ilusión y con la plena consciencia de que la presión corre de la cuenta de tu oponente. Fue hace menos de un mes cuando los jóvenes pamplonicas consiguieron imponerse con cierta claridad, aunque los dos últimos goles llegaron en los últimos minutos (ambos obra de Jony tras el tanto de Aguilar).

Sin nada que perder, el Nàstic salió con las cartas descubiertas y el juego volcado hacia la banda izquierda, comandada por Javi Bonilla, quien llegó a jugar en Segunda con el Numancia varias temporadas atrás. Sus centros inquietaron a la zaga visitante, si bien no encontraron un destino feliz y personificado en la figura de Guillermo Fernández. Pese a los intentos sentimentales del conjunto local, fruto de la ilusión de buscar un histórico pase a octavos, el equipo visitante no iba a especular.

Quinto gol y rey del torneo

Tardó muy poco Osasuna en avisar: Chimy Ávila se topó con el poste en una jugada a balón parado que culminó desde la frontal del área con una potente volea que instaló el miedo en el cuerpo de Dani Parra, suplente habitual. Cinco minutos después de esa acción, recién pasado el primer cuarto de hora desde el pitido inicial del árbitro, el oportunista delantero Kike García, máximo goleador del torneo, se benefició de la poca contundencia de la zaga catalana y adelantó al cuadro navarro en el Nou Stadi (0-1).

El propio autor del tanto inaugural, cuyo remate fue esta vez defectuoso, estuvo muy cerca de conseguir el segundo, pero también pudo llegar el empate una cumplido el primer tercio del tiempo reglamentario. Marc Álvarez aceleró la moto para servir con un lazo un buen pase hacia el área que Rubén Peña se encargó de despejar. Con todo por decidir aún porque el marcador estaba más que abierto y con los de Tarragona muy vivos también en cuanto a actitud, los 22 jugadores pusieron rumbo al túnel de vestuarios.

De goleador a expulsado

Pese a la buena imagen, Raül Agné agitó el equipo con dos cambios (entraron Quintanilla y Gorostidi). El intercambio de golpes se mantuvo, principalmente a base de centros laterales, incluso después del descanso. Peña se marchó lesionado y protagonizó la peor noticia de la tarde para los visitantes. Por si fuera poco castigo sufrir un problema físico, vio también una tarjeta amarilla por encararse con el público cuando abandonaba el terreno de juego.

Los de Jagoba Arrasate no lograron incomodar demasiado al equipo tarraconense, motivo por el cual los aficionados locales siguieron soñando con la posibilidad de forzar la prórroga. Y aunque el guardameta Sergio Herrera no estaba sufriendo demasiado, Pablo Fernández anotó el 1-1 en la segunda jugada de una acción que culminó a través de un cabezazo en el minuto 77 para devolver toda la ilusión, a niños y adultos, unas cuantas horas antes de que los Majestades de Oriente hagan su trabajo.

Todo se agitó, para bien y para mal, con todo lo que eso conlleva. Andrei Lupu, que entró en la segunda mitad, tuvo la oportunidad de firmar la remontada con un golpeo cruzado que rechazó Herrera al estirarse tres minutos antes de que el héroe local, el mencionado Fernández, viera la cartulina roja tras ver la segunda amarilla por protestarle al colegiado. La inferioridad numérica frenó la euforia y obligó al cuadro catalán a cerrar todos los espacios para forzar una prórroga que se antojaba larga y sufrida.

Un terremoto llamado Abde

Más fuertes físicamente y con un hombre más, Osasuna se hizo dueño del encuentro en el tiempo extra. La entrada de Ez Abde, un futbolista que de por sí aporta frescura, también sirvió para castigar a un equipo que rezaba por que los penaltis no tardaran mucho en llegar para fiarlo todo a la ¿suerte? desde los 11 metros. El internacional marroquí, cedido por el Barcelona hasta final de temporada, fue quien más peligro llevó hacia la portería rival y se coronó con una auténtica exhibición.

Los de Pamplona fueron claramente superiores, pero la agonía por marcar el segundo y evitar el desenlace vía pena máxima permitió también que el Nàstic, principalmente el rumano Lupu, pudiera encontrar los espacios a las espaldas de centrocampistas y defensas. Sin embargo, el mencionado Abde provocó el tanto de Eric Montes en propia puerta allá por el minuto 113, una desafortunada acción que evitó que se diera la sorpresa. Justo al final, Pablo Ibáñez fue expulsado por los visitantes.

 

Jugador Flashscore del partido: Abde.

 

Puedes consultar todos los números del encuentro que disputaron Nàstic y Osasuna en el siguiente enlace.