Los Playoffs de los Miami Heat están siendo espectaculares. Tumbaron a los Milwaukee Bucks, líderes del Este, en primera ronda, hicieron lo propio con los New York Knicks en las semifinales y, se encuentran a una sola victoria de barrer a los Boston Celtics en las Finales de Conferencia.
Más allá de que los equipos de Erik Spoelstra (52) siempre son competitivos, sorprende el papel de los de Florida tras haber sido los últimos clasificados para la presente postemporada. Sostenidos por un Jimmy Butler descomunal (33) -29,9 puntos, 6,7 rebotes y 5,6 asistencias por noche-, no dejan de batir récords.
Una de esas marcas es la que les tiene como el único octavo de toda la historia que domina una serie previa a las finales por 3-0. Ello les da la posibilidad de barrer a unos Boston Celtics a los que están reduciendo al mínimo exponente. De hecho, solo los Knicks de 1999 lograron alcanzar las Finales de la NBA siendo el último cabeza de serie y no llegaron allí con tanta contundencia.
La gesta cobra una dimensión mayor si analizamos la plantilla de los Heat. Sólo dos de los jugadores que han participado en la serie contra Boston fueron elegidos entre los diez primeros en sus respectivos drafts -Kevin Love, quinto en 2008, y Cody Zeller, cuarto en 2013-. Cinco de ellos -Max Strus, Gabe Vincent, Caleb Martin, Duncan Robinson y Haywood Highsmith- ni siquiera fueron seleccionados cuando se presentaron para entrar a la liga.
La cara del equipo es un Jimmy Butler que fue el 30 de la primera ronda en 2011 y todo lo que tiene se lo ha ganado a base de esfuerzo y sacrificio. Ha proporcionado su ADN a un conjunto que está derribando todas las barreras y que, de tumbar a los Celtics, se verá las caras con los sólidos Denver Nuggets en la batalla por el título.