"Madrid es mi ciudad, es maravillosa. Pero en Turín -y no sólo por la ciudad, sino también por su gente- me sentí como en casa. Me acogieron fenomenal. Todo fueron facilidades. Fueron dos años maravillosos".

Durante los años en los que Dejan Savicevic se consagró, primero en el Estrella Roja, y luego en el AC Milan, como uno de los mejores jugadores del mundo, Rafael Martín Vázquez era el "genio" de la Quinta del Buitre y del pequeño gran Torino de Emiliano Mondonico, un equipo que ha pasado a formar parte de la leyenda del club granata y del corazón de sus aficionados.

¿Continúa siguiendo la suerte del Torino?

"Desgraciadamente, no puedo ver los partidos porque no siempre es posible, a no ser que sean partidos importantes como el derbi. Pero sí veo los resultados, y siempre con la esperanza de ver al Torino lo más alto posible en la clasificación."

¿Cree que el equipo de Ivan Juric puede aspirar a Europa?

"Ojalá, pero es difícil. Recuerdo que hace unos años el equipo lo consiguió y fue una pena haber quedado eliminado en la última ronda de la fase previa. Me gustaría mucho. Ahora mismo están en una buena posición en la clasificación, pero también tienen un problema de regularidad. No tienen esa continuidad que te permite tener opciones reales de ganar una plaza europea. Pero en general, el equipo lo está haciendo bien. He visto que eliminaron al AC Milan en la Coppa Italia, aunque luego cayeron contra la Fiorentina.

¿Por qué aceptó la oferta del Toro cuando dejó el Real Madrid?

"Porque, desde el momento en que lo conocí, tuve un sentimiento positivo hacia el presidente Borsano. Me gustaba su proyecto. Es cierto que en aquella época el equipo aún no había ascendido a la Serie A, pero todo lo que me contaron, el equipo que querían construir y la historia del club hicieron que me sintiera seducido por el proyecto. No fue fácil para mí dejar el Real Madrid.

En aquella época, sin embargo, la Serie A era la mejor liga del mundo.

"Esta fue también una de las principales razones por las que me fui. Pensé que si quería jugar con los mejores tenía que irme a Italia. Los equipos italianos eran los más competitivos y los extranjeros más importantes querían jugar allí. Y yo también quería estar entre los mejores: Maradona, Van Basten, Matthaus, Baggio...".

Y parece que salió bien.

"Sólo tengo recuerdos positivos de aquella experiencia. Fueron dos años maravillosos en todos los sentidos. A pesar de que el equipo era un recién ascendido, conseguimos clasificarnos enseguida para la Copa de la Uefa y el año siguiente no sólo acabamos terceros en la liga, sino que llegamos a la final europea.

La famosa final perdida ante el Ajax. Una pena...

"Sí, una verdadera lástima. Hay dos días muy tristes en mi carrera: el día que mi Real Madrid fue eliminado en Holanda por el PSV en semifinales de la Copa de Europa, y el día que perdimos la final contra el Torino, porque creo que merecimos ganarla. En cambio, no fue posible dar a nuestros aficionados lo que hubiera sido una inmensa felicidad.

Sí, la curva granata...

"Tuve la suerte de notar ese calor y ese afecto que había sentido como jugador cuando regresé en 2006 para el centenario del club. Siempre han demostrado que me quieren. Cada vez que volvía a Turín, pero también cuando me encontraba con algunos aficionados o en las redes sociales, siempre me he sentido querido por ellos. Guardo un bonito recuerdo de los coros. Era muy especial jugar en ese ambiente. Aunque el Delle Alpi era un estadio muy grande, la conexión entre la afición y el equipo era enorme.

En el derbi ganado por 2-0, Casagrande puso su firma en el marcador, pero el gran protagonista fue usted con dos acciones arrolladoras. ¿Lo recuerda como uno de los partidos más especiales de su carrera?

Sí, sin ninguna duda. En esos dos años, de los cuatro partidos que jugamos contra la Juventus, ganamos dos y perdimos sólo uno. El derbi de Turín es uno de esos partidos que siempre recordaré por la rivalidad que existe entre las dos aficiones y por lo que representa para la ciudad. Se vive con mucha intensidad y es uno de esos partidos especiales que tuve la suerte de vivir en primera persona y ganar.

¿Qué recuerdos tiene del ambiente en la ciudad antes y después del derbi?

"Lo vivías con mucha intensidad desde la semana anterior. Y, dependiendo del resultado, incluso en los días posteriores lo vivías de una manera u otra. La pasión de los aficionados que te veían por las calles era grande. Yo vivía en el centro de la ciudad y me gustaba pasear y cuando me reconocían me pedían que ganara a la Juve'.

Tanto la Juve, rival del Toro, como el Barcelona, rival histórico del Real Madrid, están en el ojo del huracán por cuestiones extradeportivas. ¿Qué le está pasando al fútbol?

'Hay unas reglas y todos tenemos que respetarlas. Y si uno no lo hace, debe ser castigado. Las reglas son las mismas para todos, independientemente del nombre del club. Si las acusaciones lanzadas contra el Barça y la Juve resultan ser ciertas, deben ser castigados. Y diría lo mismo aunque se tratara del Real Madrid".