Marcos Alonso (32) llegó al Barcelona para competir con Jordi Alba por un puesto en el lateral izquierdo, pero la irrupción de Alejandro Balde y los problemas en el centro de la defensa provocaron un drástico giro de los acontecimientos. Más allá de las diferentes lesiones que han sufrido los zagueros, sobre todo Ronald Araujo, cabe destacar también la retirada de Gerard Piqué, para el cual no se ha fichado ningún recambio.
Xavi Hernández está contento con el papel del jugador y ha tenido un papel importante para que se lleve a cabo esta renovación, pero la realidad es que no acude a la selección desde que estaba en la Premier League, o lo que es lo mismo, se quedó fuera de la lista para el Mundial de Catar. Es más, la lesión de José Luis Gayà tampoco le hizo entrar de rebote en la convocatoria, sino que Luis Enrique llamó al joven Balde.
El polivalente futbolista del Barça lleva desde noviembre sin encadenar tres titularidades consecutivas, en gran parte debido a la elevada competencia que hay, y ha sido suplente en los últimos compromisos importantes. Disputó tan solo 10 minutos frente al Atlético de Madrid en LaLiga Santander, no llegó a los tres cuartos de hora en las semifinales de la Supercopa de España contra el Real Betis, se quedó sin jugar días después ante el Real Madrid y apenas jugó unos segundos en la visita de la Real Sociedad al Camp Nou.
Alonso, que viene de tener un papel protagonista en Inglaterra, aspira a ir ganando peso a las órdenes del técnico de Terrassa, si bien es consciente también de que tendrá que sudar de lo lindo para sumar minutos. En el costado izquierdo, con dos futbolistas por delante, parece tenerlo muy complicado; como central, pese a haber disfrutado de más partidos, está por detrás en la rotación respecto a Christensen, Araujo y Koundé. Cuando este último ocupar el lado derecho, entonces se multiplican sus opciones.