Sin llegar a la final de la mayor competición continental de clubes desde hace 14 años, el Benfica tenía la difícil tarea de vencer al vigente campeón, el Mallorca Palma Futsal, que el año pasado se impuso en la tanda de penaltis al Sporting en la final. A pesar de su presencia en esta Final Four, ambos equipos no atraviesan un buen momento en el plano nacional: las Águilas terminaron la fase regular en tercera posición y el Illes Balears es quinto en la LNFS.
Jesús Gordillo fue el primero en crear peligro con un disparo que se marchó rozando el poste, mientras que el Benfica respondió con eficacia a balón parado: en el minuto 7, un saque de esquina botado por Afonso Jesus fue rematado con efecto por Lúcio Rocha para poner el 1-0.
Los españoles salieron a por todas para responder a la desventaja y se toparon hasta en tres ocasiones con Léo Gugiel, pero a la cuarta, un libre directo de Vilian Sousa fue desviado por Jesús Gordillo en la cara del guardameta, que no tuvo ocasión de evitar el empate, sólo dos minutos después del primer gol.
Poco después, Gordillo falló lo que parecía la ocasión más fácil en el segundo palo tras un saque de esquina. Mário Silva pidió tiempo muerto y el equipo refrescó sus ideas. Segundos después, Jacaré puso el balón en el fondo de las mallas el 2-1 tras una buena jugada colectiva iniciada por Léo Gugiel.
La exigua ventaja se mantuvo hasta el descanso, con los Rojos sufriendo mucho, gracias a un enorme Léo Gugiel y al derroche de los baleares.
Lo que mal empieza... bien acaba
Nada más comenzar la segunda parte, Afonso Jesus superó sus adversarios en dos mano a mano, el balón le cayó a Lúcio Rocha que, a la salida del portero, dio un toque sutil y enroscó un disparo en el segundo palo para hacer el 3-1.
Chaguinha, que pasó seis temporadas con el águila en el pecho, de 2014 a 2020, fue el cerebro de los baleares, pero ni siquiera sus intentos pudieron superar a Léo Gugiel. El Benfica controló el partido, mantuvo la posesión sin arriesgar. Arthur estuvo a punto de aumentar la ventaja.
A nueve minutos del final, la tarea de los isleños se complicó aún más con la expulsión de Ernesto por doble amarilla, pero las Águilas no supieron aprovechar los dos minutos de ventaja numérica, pese a una buena ocasión de Jacaré. Incapaz de contrarrestar a Léo Gugiel hasta ese instante, el Palma aprovechó sus ocasiones y se apoyó en la inspiración de su propio portero para reducir la desventaja, con un gol de Luan Muller desde media distancia.
A seis minutos del final, ese gol del 3-2 dio alas a los españoles para asaltar la portería del Benfica. Con mucho tiempo por delante, el Palma arriesgó con su portero adelantado, pero con un disparo bloqueado por la defensa, Lúcio Rocha aprovechó el avance y, de un área a otra, firmó su hat-trick.
Pero a pesar del 4-2 quedaba mucha tinta por correr... Sin inmutarse, los baleares, en un despiste defensivo rival en el minuto 38, recortaron distancias gracias a Marcelo dos Santos.
Un minuto después, en el 39, fue el turno del avanzado Jesús Gordillo, que apareció casi sin ángulo por la derecha y sacó un disparo raso entre las piernas de Léo Gugiel, impecable hasta entonces. En una excelente remontada, los españoles se mantuvieron a flote para llegar a la prórroga y las Águilas entraron en caída libre...
Tiempo extra y penaltis
Con cinco faltas ya pitadas y sin margen de maniobra, hay que tener la cabeza bien puesta. No fue el caso de Lúcio, que tras su triplete detuvo el despeje del portero y concedió un libre directo que Rómulo lanzó a la grada. El Palma se vino arriba, pero el Benfica aguantó el empate hasta el descanso. En la segunda parte, las Águilas tuvieron el dominio, pero fueron incapaces de marcar, y el partido se fue a los penaltis.
En los lanzamientos decisivos, Diego Nunes y Rocha fallaron para las águilas en un momento de gran confusión en el que ni siquiera los árbitros se dieron cuenta de que la eliminatoria ya estaba acabada. El Palma ya estaba en la gran finalísíma para defender su título en la Champions.