Francis Coquelin pasó por quirófano el 21 de febrero debido a una lesión en los ligamentos cruzados de su rodilla derecha. Fue en un partido contra el Barcelona, sólo unos días antes de la citada fecha, cuando el centrocampista cayó en desgracia. La larga espera, superior a los nueve meses, ha llegado a su fin. El sábado recibió el alta médica y, sorprendentemente, ha entrado en la convocatoria para el encuentro de este domingo (desde las 18h30 CET) ante el Sevilla.

El ex del Valencia todavía no sabe lo que es jugar en la presente temporada y, dado que aún debe coger ritmo de competición, es probable que tenga que esperar para entrar en dinámica, sobre todo en lo que a la titularidad se refiere. El hecho de haber coincidido con Marcelino en la ciudad del Turia puede facilitar las cosas, ya que solía formar parte de las alineaciones y es un jugador contrastado gracias a su dilatada trayectoria (acumula más de una década en la élite).

Coquelin ha tenido que convivir con infinidad de problemas físicos desde que empezó a dar sus primeros pasos como profesional. Es más, todavía no ha disputado 30 partidos ligueros en una misma temporada, lo cual evidencia que la falta de continuidad ha sido un lastre para él. Sus dos últimas campañas, ambas como groguet, han sido las mejores de cara a la portería contraria (tres goles y una asistencia en cada una de ellas). 

Su vuelta coincide con el mejor momento del Villarreal, que ya ha tenido tres entrenadores desde agosto: Quique Setién fue cesado tras el paupérrimo inicio y José Rojo Pacheta le reemplazó sin ser capaz de cambiar la dinámica. Ahora, el técnico asturiano parece haber dado con la tecla -pleno de triunfos desde que aterrizó- y el futuro se empieza a ver con algo más de ilusión. Duodécimos en la tabla, están a nueve puntos del séptimo y a once del sexto.