Athletic Club, Girona y Rayo Vallecano se quedan sin el premio de la Conference League. No había plaza para todos y Osasuna dependía de sí mismo para conseguirlo. Era una prioridad para los vascos, que llevan tiempo persiguiendo ese objetivo. Tendrán que conformarse con una octava posición que, por supuesto, sabe a muy poco si tenemos en cuenta que los navarros, cuyo presupuesto es notablemente inferior, han sido los agraciados.
El conjunto de Míchel Sánchez ascendió a la élite hace un año y firmaba con sangre salvar la categoría de cualquier forma. Han rendido por encima de las expectativas, sin sufrir para alcanzar una salvación muy cómoda, y afrontaron la jornada 38 con posibilidades más que reales de ser séptimos. Necesitaban que el Real Madrid ganase o empatase ante su público y ellos asaltar El Sadar, tarea que se antojaba todavía complicada que la primera.
Mucho más difícil lo tenían los futbolistas que dirige Andoni Iraola, obligado a hacer sus deberes en Baleares y esperar múltiples resultados. Claudicaron ante un rival crecido, noveno al final, con goles de Vedat Muriqi, José Manuel Copete y Ángel Rodríguez. Victoria muy clara para ponerle el broche de oro a un curso cuanto menos brillante. Javier Aguirre, recientemente renovado, podrá disfrutar de sus merecidas vacaciones.
El pasaporte continental se lo llevan los pamplonicas, que llegaron al domingo en esa misma posición. Hay triple empate a 49 puntos entre el décimo y el duodécimo, un puesto en discordia que nadie quería y que al final es para el Sevilla, derrotado en su visita a la Real Sociedad por 2-1. Mala dinámica en Liga (cuatro partidos seguidos sin ganar) para la escuadra comandada ahora por José Luis Mendilibar, aunque por supuesto amortiguada gracias a lo ocurrido el pasado miércoles.