"Todo es posible, pero de momento, el acuerdo de separación sigue en pie". Thomas Tuchel se mostró evasivo este fin de semana tras la derrota del Bayern ante el Stuttgart (3-1). Respondiendo a las preguntas de los periodistas en rueda de prensa, abordó la cuestión de su futuro en caso de que su equipo logre vencer al Real Madrid y alcanzar la final de la Liga de Campeones. Un triunfo tendría un gran impacto en sus días en Baviera, que actualmente están contados.
Un partido crucial
Parece, por tanto, que un triunfo ante el Real permitiría a Tuchel negociar un nuevo futuro con la directiva del Bayern. Con el partido de ida bien controlado, el técnico ha logrado motivar a sus tropas e inculcarles el deseo de luchar. Contra los excampeones de Europa, alineó un 4-2-3-1 en el que Harry Kane y Leroy Sané demostraron su poderío ofensivo. Estos últimos tendrán que ser igual de dinámicos para hacer funcionar a su equipo. A menos que su entrenador opte por una táctica diferente.
No es la primera vez que Tuchel se enfrenta al Madrid. Lo hizo cuando entrenaba al Chelsea en 2021. Ganando el doble enfrentamiento (3-1 en el global), logró contener a los delanteros rivales a la vez que imponía un estilo de juego efectivo. Pero, como dijo en rueda de prensa la semana pasada, los tiempos han cambiado. Karim Benzema ya no es el metrónomo de los merengues, y ahora hay que tener en cuenta otras amenazas.
"Necesitaremos tener muchos jugadores arriba, pero sin desnudarnos atrás. Tendremos que encontrar ese equilibrio", dijo. Y ya que consiguió plantar cara a Carlo Ancelotti, ¿por qué no hacer lo mismo este miércoles? Claramente en el asiento del eyector, puesto que ya se ha anunciado su marcha tras una temporada muy desigual, no tiene nada que perder y todo por intentar.
"Vamos a Madrid, el ganador se lo lleva todo. Tenemos que luchar. Vamos a Madrid con confianza", dijo también tras el sorteo. De él depende ponerlo en práctica si espera transformar su futuro y hacer historia donde menos se le espera.
Dificultades hasta ahora
El problema es precisamente este último. El balance de Tuchel esta temporada es de 30 victorias, 5 empates y 9 derrotas. Demasiado poco para un club del calibre del Bayern. Con dificultades sobre todo en la Copa de Alemania, donde fue incapaz de llevar a su equipo más allá de la 2ª ronda, el técnico también ha demostrado que está limitado cuando se enfrenta a equipos que juegan rápido con el balón y presionan implacablemente (Leverkusen, Arsenal, Stuttgart). No es seguro, por tanto, que pueda salir airoso en el Santiago Bernabéu.
"Ganar ahora no borrará todo lo que ha pasado a lo largo de la temporada", admitió la semana pasada. "Llegar a la final y ganarla, sí". Así que hay mucho en juego, pese al fantasma de la temporada en blanco y la desilusión.
Y aunque el Bayern siga buscando entrenador para la próxima temporada, eso no significa que vaya a recurrir al que sigue al frente del equipo. Si se quedara, sólo sería en caso de un gran golpe de efecto. De lo contrario, no se le perdonarán sus errores.