El Atlético de Madrid ha dejado escapar una oportunidad enorme para meterse en las semis de la UEFA Champions League. Los colchoneros habían derrotado por 2-1 al Borussia Dortmund en el Metropolitano en medio de una gran actuación colectiva. En Alemania, sin embargo, la historia fue diferente. Los locales arrasaron a base de presión, intensidad y acciones de peligro. La defensa no fue efectiva. El ataque perdonó (en especial Morata) y en el mediocampo, los llamados a cargarse al hombro el equipo, sintieron el cuarto gol del cuadro teutón como el final de la eliminatoria.
Simeone no es el único culpable
A diferencia de otras eliminatorias en donde el planteamiento del entrenador fue equivocado y afectó el nivel de la plantilla, en Signal Iduna Park el Atlético alcanzó a cortarle la respiración a los aficionados locales. Morata, en el 4', perdió una oportunidad que pudo modificar el curso del partido. El ariete, capitán de la selección española, se retiró sustituido en la segunda mitad. Ingresó Correa, que marcó un doblete esperanzador pero que, al igual que Morata, perdonó. Griezmann, el jugador franquicia colchonero, a penas apareció en el impulso que tomó el Atlético de Madrid en la segunda parte con los goles de Correa. La aportación de 'El Principito' en el ataque de los colchoneros fue reducida.
La zona medular expuso dudas. Koke se evidenció cansado. El capitán había tenido minutos en la ida y el fin de semana ante el Girona. El desgaste fue evidente y De Paul, a pesar de mostrar las ganas y el valor habitual, no se encontró cómodo frente a la intensidad de los alemanes.