No ha sido el año más brillante de unos Chiefs que llegan a la Super Bowl LVIII con un balance total de 14-6, pero nuevamente son protagonistas en la definición del título de la NFL. Eso comienza a preocupar a toda una liga que ve cómo se va materializando la posibilidad de que Mahomes y compañía sucedan a los Patriots de Tom Brady, que dominaron con mano de hierro durante casi dos décadas.
Enfrente estará la plantilla más completa de la competición, la de los 49ers. Son los grandes favoritos, a nuestro entender, pero la capacidad de la franquicia de Misuri para adaptarse a cualquier situación ha provocado que existan dudas acerca de que los californianos cuenten con opciones reales de tomarse la revancha del golpe sufrido en Miami hace cuatro años.
Los caminos para alcanzar el 'Gran Partido' han sido muy diferentes en ambos casos. La escuadra dirigida por Andy Reid arrancó el curso perdiendo contra los Detroit Lions y finalizó la fase regular con un dubitativo 5-5 en los últimos 10 partidos. Los de rojo y oro partieron con un imponente 5-0 y, salvo un bache de tres semanas seguidas cayendo, se han mostrado realmente dominantes.
En Playoffs, el bagaje de los dos ha sido impecable y Kansas City ha dado un puñetazo sobre la mesa. Por el camino han acabado con las esperanzas de Dolphins, Bills y Ravens, dejando claro que viven para los momentos importantes. El premio: su cuarta Super Bowl en cinco temporadas. Los 'Niners' cumplieron con lo que se espera de un primer cabeza de serie de conferencia.
Lo que presenciaremos durante la batalla del Allegiant Stadium será un choque de estilos en el que saltarán chispas. El de Kyle Shanahan es un equipo que domina todas las facetas del juego y puede hacer daño desde cualquier flanco. Sus 61 touchdowns (mejores de la liga) dan fe de ello. Al otro lado veremos a unos Chiefs más maduros que han dejado la locura de antaño para convertirse en una de las defensas más férreas de la NFL y hacer temblar a sus rivales.
Parejas decisivas
Sin duda, como suele suceder en estas citas, los quarterbacks estarán en el centro de todas las miradas. Patrick Mahomes y su brazo mágico harán frente a la irreverencia de un Brock Purdy llegado desde los infiernos para llevarse el trofeo de Jugador Aéreo del Año y, quién sabe, puede que el de campeón de Super Bowl LVIII.
El mariscal natural de Texas ya se ha visto muchas veces en estas situaciones y parte con cierta ventaja. En postemporada mejora sus prestaciones y le encanta desenmarañar los embrollos que surgen en momentos límite.
Para llevar a cabo sus trucos, el '15' de los Chiefs suele apoyarse en Travis Kelce, más conocido actualmente como el novio de Taylor Swift, aunque es uno de los mejores 'tight ends' de la historia. En estos Playoffs ya ha aportado tres touchdowns, un soplo de aire fresco después de una campaña algo floja en la que sólo tuvo cinco anotaciones.
A Purdy le sostiene el hombre más polivalente de la liga, Christian McCaffrey. El 'runningback' es temible por tierra y aire, lo que le ha llevado a alcanzar 25 veces la zona prometida en 2023. Suele asegurar un +6 en cada partido, lo que le ha valido el galardón de Jugador Ofensivo del Año. La pareja de baile perfecta para 'Mr. Irrelevant’.
Banquillos decisivos
Estos conjuntos no serían nada sin los cerebros que hacen posible que todo funcione. Tras 25 años de carrera, Andy Reid tiene poco que demostrar, pero sigue sorprendiendo constantemente con su capacidad para reinventarse y sacar el máximo rendimiento a sus chicos. Será su quinto duelo por el campeonato -cuatro en Kansas y uno en Philadelphia- y tiene trucos más que de sobra en la chistera para colocarse un nuevo anillo en el dedo.
Desde la otra banda dirigirá Kyle Shanahan, descendiente de un entrenador histórico y que comparecerá por segunda ocasión en el 'Gran Partido'. La anterior perdió contra su rival de esta noche, por lo que tendrá la venganza servida y deberá alargar el brazo para cogerla. Para que no le corten la extremidad en el intento, el técnico ha formado una plantilla potentísima en todas sus líneas, sobre todo desde que agregó la pieza de McCaffrey, que puede resultar determinante.
Nueva dinastía o legado
Kansas City quiere forjar las bases de una dinastía entrando en el selecto grupo de franquicias que han levantado dos veces al hilo el Trofeo Lombardi. San Francisco ya lo logró en el pasado y su deseo es volver a tocar la gloria por primera vez desde 1995.
Unos tratarán de hacer historia por primera vez y los otros, en su octava final, ganar un sexto entorchado. La igualdad debería ser máxima, pero desde aquí damos como ligeramente favoritos a los 49ers.
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