Miami nos lo confirmó en 2020: comenzaba una nueva dinastía, la de los Kansas City Chiefs de Andy Reid y Patrick Mahomes, pero la cruz de esa moneda fueron unos San Francisco 49ers que cayeron derrotados (31-20) y se vieron condenados a aguantar hasta este domingo 11 de febrero de 2024 (00.30 horas del día 12 en España) para volver a jugar el 'Gran Partido'.
En ese lapso de tiempo se han consolidado como uno de los equipos más potentes de la NFL para terminar aterrizando en la cita del Allegiant Stadium de Las Vegas como el equipo más completo, y uno de los más entretenidos de la década, de la competición.
Al frente de la maquinaria se encuentra un Kyle Shanahan que es hijo de entrenador campeón y en el que la franquicia de Santa Clara (California) ha seguido confiando, pese al tropiezo en Miami hace ya cuatro años.
Casi en cualquier enfrentamiento, los gambusinos serían los claros favoritos, pero se da el caso de que se medirán a unos Chiefs que, aunque no deslumbran, hacen temblar de pánico a los rivales con los que se encuentran.
No podrán dudar los de rojo y oro si desean levantar el sexto Trofeo Vince Lombardi de su historia. Y tienen argumentos para jugar con seguridad, puesto que cuentan con la plantilla mejor construida de toda la liga, lo que les sirvió para liderar la Conferencia Nacional en fase regular con un balance de 12-5.
Equilibrio y vanguardia
En la mayoría de los casos ser equilibrado supone desempeñarse bien en todos los terrenos, sin puntos débiles, pero sin ser el mejor en nada. El balanceo de los San Francisco 49ers es diferente. Rayan la excelencia en todas sus líneas y resultan muy difíciles de superar, ya que producen mucho en ataque y son capaces de limitar al contrario con su defensa.
En la parcela ofensiva lideraron la NFL en liga regular en el apartado de touchdowns totales (61). No discriminan entre tierra y aire, ya que han anotado 33 y 27 veces respectivamente de cada una de las formas.
A la hora de cubrir distancia también se reparten bastante, aunque siempre hay que tener en cuenta que en este deporte es más sencillo avanzar por arriba. Fruto de esa distribución, son segundos en yardas de carrera (2.389) y quintos en el pase (4.577). Esas cifras les han llevado a sumar 491 puntos, 120 más que Kansas City.
Kyle Shanahan ha creado un monstruo perfecto. A su defensa es casi imposible encontrarle las costuras. Lideran la competición en intercepciones (21) y sólo han concedido 298 puntos (2º) a los rivales. Gran culpa de ello la tiene el enorme Nick Bosa con su espectacular físico.
Podríamos decir que flaquean un poco cuando les toca defender el juego aéreo, porque son 12º en yardas de pase permitidas (3.949), pero al desglosar vemos que únicamente han servido para encajar 20 touchdowns (5º) de los 31 totales (1º).
El dúo dinámico
¿Quién les iba a decir a los californianos que encontrarían el rumbo de la mano del último elegido del Draft de 2022? Así ha sido con un Brock Purdy que está convencido de que Dios tiene un plan para él. El quarterback natural de Arizona está haciendo historia y para ello ha creado una sociedad sensacional con Christian McCaffrey.
Aunque el MVP es Lamar Jackson, para muchos, incluido este redactor, el 'runningback' es el mejor jugador de la NFL. Su polivalencia no se encuentra en ninguna otra parte y puede desatascar partidos tanto corriendo como recibiendo. De ahí que lo de "dinámico" no sea sólo algo para adornar.
Gracias a sus 25 touchdowns entre liga regular y Playoffs (21 y cuatro), el corredor ha sido elegido como Mejor Jugador Ofensivo del Año. Su compañero Purdy ha obtenido el galardón de hombre más destacado por aire de la mano de sus 31 servicios de anotación con 11 intercepciones que le han llevado a ser el líder en yardas por intento (9,6).
El domingo, en la Super Bowl LVIII, tendrán que pelear con uñas y dientes para refrendar la gran imagen que han dado a lo largo del curso. Por suerte, si alguno de ellos falla, siempre habrá hombres como George Kittle o Deebo Samuel para tomar la alternativa.