Héroes, para algunos. Villanos, para otros. En España, ponerse la camiseta del FC Barcelona y después mudarse al Santiago Bernabéu puede ser tomado como una alta traición. Luis Figo es, quizás, el caso más recordado: el virtuoso centrocampista dejó las filas del club blaugrana luego de una suculenta oferta merengue. Se convirtió en titular indiscutido bajo las órdenes de Vicente del Bosque y, cuando regresó al Camp Nou durante un Clásico, fue recibido con insultos -en portugués, español y en catalán-, panfletos y la cabeza de un cerdo arrojada desde la grada.
Figo es, sin duda, el jugador más mediático que defendió los dos colores con mayor rivalidad en LaLiga. Sin embargo, son 31 los futbolistas que han participado en El Clásico con ambos equipos. Luis Enrique, antiguo seleccionador de España, vivió la situación contraria a la de Figo: dejó el Real Madrid sin pena ni gloria para después transformarse en un referente culé. Por esos motivos, cuando la RFEF lo eligió como entrenador de La Roja generó crispación en el ala más radical del madridismo.
Michael Laudrup, en cambio, retorció las emociones de los hinchas catalanes cuando, tras ganar una Copa de Europa, tres títulos de Liga, una Supercopa de España, y una Supercopa de Europa se decantó por fichar por el Real Madrid. El danés, amado por unos, odiado por otros, se convirtió en una leyenda “negra” del Camp Nou: en Madrid solo conquistó una Liga y, poco a poco, perdió protagonismo ante la competencia en su posición.
Mientras que Laudrup confrontó los corazones culés con su ruptura, Samuel Etoo se encargó de brindarle a los merengues una dosis de su propia medicina. En Madrid, el camerunés no marcó un gol. Disputó siete partidos en dos temporadas. Fue infravalorado y, como era de esperar, salió por la puerta de atrás del Bernabéu. Recaló al Espanyol, en donde tampoco encontró su máximo nivel. Pero en el Mallorca, su tercer intento en LaLiga, sí dio con un espacio ideal para exponer virtudes como la velocidad, la potencia y la definición en carrera.
Luego de cuatro temporadas, Etoo firmó con el Barcelona. Sus cifras en el Camp Nou son envidiables: 199 partidos, 130 goles y 41 asistencias. En cataluña lo ganó todo y, además, obtuvo una revancha más que merecida cuando visitó el Bernabéu y le marcó a Iker Casillas en un Clásico.
El fútbol es incierto. Cada que los culés sienten que han tomado venganza sobre el Madrid, la entidad de Chamartín emprende un plan y demuestra que la guerra no ha finalizado. Ronaldo podría ser uno de las “vendettas” más dolorosas para el Barça: el brasileño jugó una temporada en Barcelona. Marcó 47 goles, dejó 9 asistencias. Sus cifras eran positivas. La directiva culé, sin embargo, optó por venderle: el Inter fue su destino. Se coronó campeón del Mundo en el 2022 y, tras lucirse en la competición, fichó con el Real Madrid de los galácticos.
En la actualidad, existe un jugador que defiende una camiseta cuando pasó por las divisiones inferiores de su rival: Marcos Alonso. En el Real Madrid Castilla no obtuvo minutos. Fue cedido al Bolton. Pasó una temporada en la Fiorentina. Vistió la camiseta del Sunderland por un año. Después de tres equipos, la Fiorentina compró sus derechos deportivos. Brilló por tres campañas y destacó por cualidades como la pegada desde fuera del área, la precisión en los pases y la técnica con el balón. Fichó con el Chelsea, lo ganó todo, y terminó por firmar con el Barça el pasado verano.
Alonso llegó al Camp Nou como una alternativa. Con menos de seis meses en la plantilla, se convirtió en algo más que un complemento: su polivalencia le ha permitido a Xavi solventar las ausencias en la defensa.