Desde el inicio de la prueba, Adrián Ben decidió ponerse a la cola del grupo para observar desde atrás lo que iba aconteciendo. Se permitió ir contemporizando durante las dos primeras vueltas, en las que sus contrincantes batallaron de lo lindo. Una vez llegada la tercera, emprendió una remontada que quedará grabada en los libros de historia del atletismo patrio.

Fue subiendo posiciones hasta llegar a la recta final en una segunda posición que le permitió tener un reñido cara a cara con el francés Benjamin Robert. Finalmente el gallego entró en meta con un crono de 1:47.34, tan solo tres milésimas por delante del galo, que quedó en segundo lugar.

El podio lo completó el belga Elliot Crestan. Sin duda, Ben dio una lección de saber competir y ejecutar perfectamente el plan en cada punto de la carrera. Una gran alegría para el equipo español, que terminó el campeonato con susto en la última prueba.

Quique Llopis abandonó el recinto en camilla

Tras una mala salida de tacos en la final de los 60 metros vallas, Quique Llopis, uno de los principales favoritos a las medallas de la prueba, se encontraba en plena remontada para buscar los metales. Sin embargo, un fuerte tropiezo en el quinto obstáculo dio con su cabeza de bruces en el tartán. 

La tensión reinó por unos instantes en el lugar a causa de que el valenciano no respondía y tenía las manos en muy mala posición. Por suerte, rápidamente llegaron los servicios médicos para estabilizarle y confirmar que estaba bien. El atleta fue retirado en camilla y con el cuello inmovilizado para evitar lesiones en la columna.