Un gran City no tiene piedad del Sevilla y ahonda en la crisis de los de Sampaoli (3-1)

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Un gran City no tiene piedad del Sevilla y ahonda en la crisis de los de Sampaoli (3-1)

Julián Álvarez aprovechó la ausencia de Haaland y fue el mejor del City.
Julián Álvarez aprovechó la ausencia de Haaland y fue el mejor del City.AFP
El Sevilla se despide de la Champions League con malas sensaciones ante un Manchester City que fue tremendamente superior en la segunda mitad. Los hispalenses se fueron por delante al descanso, pero el empuje de los citizens, sumado a las imperdonables pérdidas en la salida del balón de los andaluces, hizo que el 3-1 final fuera incluso corto para los méritos de ambos equipos.

Se trataba de un duelo en el que el Sevilla no se jugaba nada deportivamente, pero sí podía servir como punto de inflexión en una temporada, de momento, desastrosa.

Tanto Jorge Sampaoli como Pep Guardiola optaron por una mezcla de titulares con jugadores menos habituales. Esto, en principio, era un alivio para los españoles, que no se tenían que enfrentar a una de sus bestias negras, Erling Haaland, que les había anotado seis goles en los tres partidos que le habían tenido que sufrir.

Hablando de la posición de delantero centro, el entrenador argentino se olvidó del invento del falso nueve que no le funcionó en la derrota contra Rayo y optó por una referencia ofensiva como Rafa Mir (25), lo que se demostró que fue una buena idea desde el primer minuto, puesto que fue el murciano el primero en tener una ocasión de peligro y, realmente, el que tuvo todas las oportunidades de los visitantes en el primer tiempo.

Como era de esperar, el control del balón y de la posesión fue de los citizens, que pretendían que el juego se desarrollara en el campo contrario para, con su empuje y calidad en el último pase, abrir la defensa hispalense, lo que pudieron lograr Rúben Dias y Gündogan. Pero los primeros 45 minutos tuvieron un protagonista y ese fue Mir. A la salida de un saque de esquina en el minuto 31, el ariete, en el segundo palo, no tuvo ni que saltar para colocar el balón lejos de Stefan Ortega, el portero suplente del City, y dar esperanza a los suyos.

Aguantaron los de Nervión ese 0-1 hasta el descanso, aunque no sin complicaciones porque Grealish estuvo muy cerca de lograr el empate poco antes de que el árbito decretara el final de una primera mitad en la que todo fue positivo para los andaluces salvo la lesión de Marcao.

El City fue a por todas en la segunda mitad

El Sevilla había defendido bien en los primeros 45 minutos, aunque había tenido alguna pérdida en la salida del balón ante la presión alta de los chicos de Guardiola. Esto último se volvió a repetir tras la reanudación, pero en ese caso le costó caro a los de Sampaoli.

En baloncesto hay una norma no escrita que dice que no se debe hacer un pase horizontal a través de la zona porque es una pérdida casi segura. En fútbol, los entrenadores deberían inculcarles a sus jugadores algo parecido. En el minuto 52, Telles quiso pasar de manera inocente el balón a un compañero en la frontal de su área, lo que irremediablemente acabó en una pérdida para que Julián Álvarez le cediera el balón al joven Rico Lewis (17), que no se complicó la vida y fusiló a Bono para premiar el buen arranque de los ingleses en la segunda mitad. 

El equipo sevillano apenas podía pasar de medio campo y, para más inri, vio cómo el Manchester City subió dos o tres marchas en pos de llevarse la victoria, para lo que introdujo toda la artillería pesada como Bernardo Silva o Kevin De Bruyne (31). 

Fue precisamente el centrocampista belga el que, un día más, volvío a demostrar que el arte del pase no es desconocido para él. De hecho, es de los jugadores del mundo que mejor lo dominan. En el 73, De Bruyne se inventó una asistencia imposible para dejar solo a Álvarez ante Bono. El argenino no desaprovechó el regalo y, regateando al portero, anotó el 2-1 que hacía justicia en el marcador.

Un equipo con los malos resultados del Sevilla se debe basar en la seguridad defensiva y no se puede permitir regalar goles si quiere revertir su mala dinámica. Una vez más, una pérdida absurda en defensa, en este caso de Carmona ante un insaciable Álvarez, acabó con un jugador local, Riyad Mahrez (31), solo delante de Bono. El argelino, con un zurdazo colocado, no perdonó y dejó el 3-1 final, un resultado que incluso fue corto con lo visto durante la segunda mitad.

 

Jugador Flashscore del partido: Julián Álvarez.

 

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