Inglaterra había dado con la tecla desde el comienzo del Mundial. Quedaron primeros en su grupo y, como recompensa, tuvieron enfrente al rival menos prestigioso de cuartos de final. Fiyi había eliminado a Australia, pero había terminado su fase de grupos con una nota baja, después de una derrota histórica ante Portugal, por lo que estaba claro que el domingo no era favorita.

Sin embargo, los isleños no iban a partir como víctimas, y desde el principio se llevaron por delante a los ingleses. A pesar de ello, el comienzo del partido estuvo marcado por su torpeza ya que cometieron varias altas evitables. Los ingleses fueron pragmáticos y sumaron tres puntos en su primera incursión en campo contrario (11º). En la segunda, pusieron en aprietos a los fiyianos con un revés en corto en el que Manu Tuilagi hizo gala de su potencia y asestó un duro golpe a su rival (8-0, 15º).

Fue un mal comienzo para los fiyianos, que reaccionaron a través del pie de Lomani, pero se vieron dominados en el juego de carrera. Esto quedó demostrado en el minuto 23. No sólo Joe Marchant dobló la ventaja de Fiyi, abriéndose paso entre la defensa para culminar una ambiciosa jugada inglesa, sino que Habosi, que previamente había chocado de frente con Marcus Smith , salió despedido hacia el búnker, afortunadamente sin consecuencias más graves.

Pero una cosa era segura: los fiyianos no se rendían. A pesar de la torpeza de su delantero, lanzaron un ataque contundente, poniendo en aprietos a los ingleses, y Mata rompió por fin la defensa (28º). Pero fue la indisciplina la protagonista de la primera parte, ya que los isleños cometieron una serie de faltas que permitieron a Owen Farrell aumentar la distancia en  el marcador y a Inglaterra irse al descanso con un pequeño colchón (21-10).

Claramente, eso no era suficiente, así que la Rosa contraatacó con toda su artillería, estando a punto de doblegar a los fiyianos con un pack penetrante. A pesar de todo, los isleños no estaban muertos y siguieron atacando, pero sin excesivo éxito. El pragmatismo inglés resurgió, y Farrell aprovechó una incursión en la 22 para sumar tres puntos más (53º). Con dos ensayos convertidos de desventaja, la situación empezaba a ser grave para Fiyi.

Fiyi continuó desesperando a su hinchada, ya que volvió a cometer fallos garrafales, inaceptables a este nivel. Los ingleses fueron más prácticos. Se emplearon a fondo en defensa y repelieron los ataques de su rival. Hasta el minuto 64, cuando los delanteros fiyianos tomaron por fin las decisiones correctas y encontraron su objetivo por mediación de Ravai, que acababa de salir del banquillo. Fue suficiente para dar el pistoletazo de salida a un último cuarto de hora de locura.

Comenzó con Lomani estrellando un penal en el poste, pero los fiyianos recuperaron el balón. La defensa inglesa les hizo retroceder, pero Semi Radradra abrió la puerta para Nasilasila, que asistió perfectamente a Botitu para el ensayo (69'). Con el marcador empatado esta vez, la moneda podía caer de cualquier lado. Los ingleses se lanzaron al ataque, llevaron a sus rivales hasta la línea, y Owen Farrell volvió a poner a los suyos por delante con un drop-kick (72').

Sin embargo, los fiyianos estaban desolados y desperdiciaron una buena touch dentro de la 22 contraria. Un balón suelto, un avance de Ben Earl y otra falta más dieron tres puntos más a los ingleses.

Al final, el XV de la Rosa se impuso por 30-24 y se clasificó para semifinales. Fue una decepción para Fiyi, que había hecho las delicias de los aficionados durante la competición, pero se quedó en cuartos de final. Los ingleses, por su parte, esperan al ganador del Francia-Sudáfrica, y serán tan temibles como siempre en semifinales.