La evolución táctica de Guardiola: del 4-3-3 al 3-2-2-1; del falso nueve a Haaland

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La evolución táctica de Guardiola: del 4-3-3 al 3-2-2-1; del falso nueve a Haaland
Guardiola dirige al Manchester City contra el Bayern
Guardiola dirige al Manchester City contra el BayernAFP
El entrenador catalán ha probado nuevas fórmulas para establecer un sistema táctico en el Manchester City. La presión y el juego físico de la Premier League le han obligado a movilizar unas piezas en su “clásico” estilo.

Evolución. Esa es la palabra que define a la transición del Manchester City. Pep Guardiola consuma en su séptima temporada como sky blue una nueva participación en las semifinales de la Champions. 

El City, además, está vivo en la pelea por la Premier League. Guardiola, de hecho, ha ganado 4 de las últimas 5 ediciones y pretende extender su dominio en el fútbol inglés en el presente curso. 

El éxito de Guardiola en la Premier League ha pasado por diferentes etapas. Su primera campaña, por ejemplo, es recordada por las carencias tácticas -especialmente en la defensa- que expuso el City. En ese momento, el club reflejaba una distancia enorme entre la última línea y el mediocampo, lo que le hacía sufrir contra rivales como el Chelsea, que toman el contragolpe como base. 

En el Barça, el entrenador se entregó de lleno al clásico 4-3-3. La versatilidad de Andrés Iniesta, la recuperación de Busquets y el buen pase de Xavi le permitía establecer un sistema que recurría a la tenencia de la pelota como adjetivo. 

En el Manchester City continúa el manejo del balón como ejemplo. Sin embargo, Guardiola ha retocado su sistema ante la presión asfixiante de los rivales. 

La primera modificación que impulsó Guardiola a su táctica fue la no dependencia a una estructura fija. En algunas ocasiones, el entrenador utiliza el 4-3-3 de su Barcelona para generar espacios y ocasionar la ventaja numérica. En otros, recurre al 4-2-3-1 o al 4-4-2 pensando en evitar la superioridad del contrario y aprovechar al máximo los pases al vacío. 

Un nuevo reto

En el último partido de Premier ante el Leicester, Guardiola fomentó un 3-2-2-1 que le impidió a los ‘foxes’ circular el esférico con comodidad. Ederson defendió el arco. Stones, Laporte y Ruben Días completaron la zaga de centrales. Grealish y Walker ejercieron como carrileros. Mahrez y De Bruyne como interiores y Haaland como nueve natural. 

Con el Barça, fueron pocas las épocas en las que Guardiola introdujo un nueve puro. Las oportunidades en las que lo intentó molestó el sistema. Por esos motivos, jugadores como Zlatan Ibrahimovic o Samuel Eto'o recalaron a nuevos destinos.  

La base del Manchester City en la ofensiva es una: Eerling Haaland. El vikingo suma 48 goles y seis asistencias en 41 partidos disputados. Su fichaje le ha caído como anillo al dedo a los citizens, que extrañaban a un delantero centro desde la salida de Sergio Agüero al Barcelona en el 2021. 

Sin Agüero, Guardiola utilizó a Gabriel Jesús como nueve. El brasileño, acostumbrado más a brindar espacios que a aportar 30 goles por campaña -su mejor estadística en el City fue de 23 anotaciones en una temporada-, no rindió de la manera esperada y el entrenador catalán se decantó por ubicar a jugadores como Foden o Mahrez. 

Haaland, en la actualidad, es el amo y señor de la delantera citizen. Es un delantero puro que, sin duda, expone el crecimiento táctico de Guardiola. En otras épocas era poco probable la instalación de este tipo de jugadores en el sistema del catalán -solo Lewandowski sobrevivió a sus ideas-. Ahora, es improbable que el noruego salga del 11 inicial del City. 

El falso lateral

El falso nueve desapareció esta temporada del sistema de Guardiola. El falso lateral, en cambio, sigue dominando el orden defensivo. El objetivo del falso lateral es claro: impulsar la superioridad numérica, ayudar a la defensa con la salida del balón y, por excelencia, aportar en materia ofensiva con centros, desbordes y ataques directos. 

Joao Cancelo era, hace unas campañas, el falso lateral perfecto. El portugués, sin embargo, resaltaba más por su faceta ofensiva y tenía problemas en las transiciones defensa-ataque de los contrarios. Zinchenko también lo fue durante un tiempo pero Walker le ganó la partida al ucraniano, que recaló al Arsenal de Arteta. 

En el Barça, los dos laterales de Guardiola presentaban más virtudes ofensivas que de marcaje. Dani Alves  y Abidal son ejemplos claros. En el City, Walker es un cañón que contribuye tanto en ataque como en defensa.

Guardiola tendrá en las semifinales una nueva oportunidad para tomar revancha contra el Real Madrid. Ante los merengues presentará una prueba mayúscula. Los ataques al vacío de Vinicius y de Rodrygo serán un reto para la defensa. En el ataque, por lo menos, cuenta con garantías que hacen soñar al City con la conquista de su primera Copa de Europa en la historia.