Luis Rubiales es acusado de un delito de agresión sexual, por el gesto en sí, y otro de coacciones, debido a las presiones a la deportista para que "justificara y aprobara el beso que contra su voluntad" había recibido, según indicó el Ministerio Fiscal en el escrito al que tuvo acceso AFP.
El beso forzado que dio a Jenni Hermoso tuvo lugar en la celebración posterior a la conquista del Mundial. Aquella situación dejó en un segundo plano el logro de la selección femenina, que venció a Inglaterra en la final (1-0).
Por otro lado, la Fiscalía pidió también contra Rubiales, que será juzgado en una fecha aún por definir, dos años de libertad vigilada una vez cumpla la condena, prohibición de comunicarse o acercarse a Hermoso durante cuatro años.
El 20 de agosto de 2023, el exmandatario "sujetó la cabeza con ambas manos, de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, y le propinó un beso en los labios", relató en su escrito.
"Actos constantes y reiterados de presión"
"Ante las consecuencias personales y profesionales que le podían acarrear", Luis ejerció "actos constantes y reiterados de presión" sobre Jenni, lo que le impidió a esta última "desarrollar su vida en paz, tranquilidad y libremente", prosiguió.
Además, también se solicita un año y seis meses de cárcel para Jorge Vilda (exseleccionador femenino), Albert Luque (actual director deportivo de la selección masculina) y Rubén Rivera (responsable de márketing de la RFEF).
Los cuatro citados tendrán que indemnizar a Hermoso con otros 50.000 euros en conjunto.
Más allá de este caso, el motrileño debe responder ante la justicia por la presunta corrupción en los contratos de la RFEF para enviar a la Supercopa a Arabia. Según dijo, volverá a España el próximo 6 de abril (está ahora en República Dominicana).