Locura en el banquillo valencianista. Decepción en el de Carvalhal. El Celta y el Valencia han dejado el alma en un partidazo de aquellos que recuerdan que la lucha por la permanencia puede ser igual de emocionante que la disputa por un título. Es más, en Balaídos, los ché han festejado el triunfo por 1-2 casi como si fuera un trofeo.
La primera parte expuso una doble realidad: el Celta, dueño del balón, dominó casi a placer los ritmos del partido. El Valencia, consciente de lo que se jugaba en Balaídos, cerró sus filas, esperó atrás y, en el minuto 7, consiguió un valioso gol gracias a una excelente acción colectiva que definió de primera Kluivert (24) con un disparo cruzado a la izquierda de Iván Villar (25).
La definición de Kluivert fue de antología pero, la jugada previa de Diego López (21), un canterano que, frente a las ausencias, se hizo con la banda derecha, fue fenomenal. López arrastró las marcas, condujo el balón hacia el área y, en la cercanía, pasó el esférico al neerlandés, que se encargó de adelantar al Valencia en Vigo.
En el minuto 22 llegó la respuesta del Celta: Hugo Mallo (31) por poco empata el partido con un cabezazo que, por fortuna del Valencia, atrapó Mamardashvili (22). Renato Tapia (27), con un disparo violento, también asustó al portero georgiano, que sostuvo el 0-1 hasta el descanso.
El inicio de la segunda parte fue una lluvia de oportunidades: primero, el Celta asustó al Valencia con un remate de Seferovic (31) que retuvo Mamardashvili. Después, Renato Tapia, con un cruce providencial, evitó el segundo de los visitantes un minuto más tarde.
Mari rescata al Valencia
El Valencia, en ese entonces, dominaba el encuentro. Los ché, sin embargo, dejaron pasar varias oportunidades e, infortunadamente, Balaídos no es un lugar en donde la misericordia es bien recibida.
Cuando mejor se mostraba el Valencia, el Celta dio con el empate. Seferovic, que ya había avisado en una acción anterior, remató de cabeza un centro y venció, por fin, a Mamardashvili en el minuto 60.
Con el gol, el Celta levantó el ánimo. Los gallegos rozaron el segundo con un remate de Óscar (24) que recaló en el palo. Después, otro cabezazo fue retenido por Mamardashvili en el minuto 81.
La misericordia, que castigó al Valencia en el inicio del segundo tiempo, volvió a recordarle al Celta que perdonar acciones en Balaídos es pecado. Los chés, gracias a una nueva contra, anotaron, con un cabezazo de Mari (21) un 1-2 que fue festejado como nunca en el banquillo de Baraja.
El Celta, sobre el final, intentó empatar el marcador. Gabriel Paulista (31) dejó al Valencia con 10. Los gallegos, más con emoción que con fútbol, se acercaron al arco de Mamardashvili pero por ese entonces hasta Hugo Duro (23) y Moriba (20) hacían de defensores.
Con el resultado, el Valencia escala hasta la posición número 14 con 37 puntos, producto de 10 victorias, 7 empates y 17 derrotas. El Celta, por su lado, continúa en la casilla número 13 con 39 unidades, reflejo de 10 victorias, 9 empates y 15 derrotas.
Jugador Flashscore del partido: Alberto Mari.