Es complicado afrontar un partido sabiendo que debes remontar cuatro goles. Si te lanzas a tumba abierta, lo más probable es que te pillen a la contra. Y si te lo tomas con demasiada calma, entonces hay riesgo de que te quedes corto.
Esta última fue la forma con la que encaró el duelo ante el Marsella el Villarreal. Y casi le sale de lujo. Intentando dominar la posesión, madurando los ataques al tiempo que se protegía de los posibles contragolpes. Aunque todo pudo cambiar si no es por Jorgensen -titular por la lesión en el calentamiento de Reina-, que sacó in extremis un centro chut envenenado de Veretout en el segundo minuto de juego.
No hicieron mucho más los franceses en este primer asalto porque Capoué decidió tomar el mando y hacer de todo: cortar, distribuir, regatear, entrar por banda y, por supuesto, rematar. Después de varias oportunidades de Sorloth, clarísima, de Gerard Moreno y de un balón que sacó Pau López tras rebotar en Coquelin, el centrocampista francés firmó el 1-0 con un cabezazo picado a centro de Kiko Femenía tras una gran conducción de Guedes.
Aún quedaba un cuarto de hora antes del descanso para seguir recortando. El propio Capoué tuvo en su zurda el segundo, pero su remate a bote pronto cogió el efecto hacia afuera. En esa acción, bien pudo el árbitro pitar penalti por una patada a Coquelin. Incomprensible que no la revisara.
Soñando con la remontada hasta el final
El marcador, por lo visto en el campo, era corto, pero aún quedaba toda la segunda parte por delante para soñar. Aunque ese sueño comenzó con un susto morrocotudo. Menos mal que Aubameyang, frío aún, cometió un grosero error que dio una vida extra. Era gol o gol... pero falló. Y entonces, el submarino amarillo emergió gracias a un tanto con suspense de Sorloth en el 53'. Parecía que el noruego estaba en fuera de juego al recibir, pero tras varios minutos trazando líneas, desde el VAR dieron validez al 2-0. El milagro aún era posible.
Los marselleses enfriaron el duelo, se encerraron para proteger a Pau López, que además hizo algunas buenas intervenciones, e incluso no dudaron en cometer varias faltas, varias muy duras, para cortar el ritmo de los de Marcelino. Les fue bien hasta que se llegó al minuto 85. Un pisotón de Kondogbia a Mosquera fue el origen de una falta que el propio colombiano remataría con la testa colgándose del techo de La Cerámica para firmar el 3-0 y meterle el miedo en el cuerpo al OM.
El partido acababa en el área visitante, con un Villarreal volcado, atacando sin cesar, rematando lo posible y lo imposible... hasta que en el 90'+3 Auba ganó línea de fondo y regaló el gol de la sentencia a Clauss. Lo intentó con todas sus fuerzas, lo mereció, tuvo contra las cuerdas al rival... pero el accidente de Marsella fue tan grave que Europa se quedó allí.
Jugador Flashscore del partido: Capoué (Villarreal.