El Sevilla conquistó este miércoles la Europa League en una temporada que estaba siendo para el olvido hasta la llegada de su actual técnico. El conjunto hispalense empezó mal con Julen Lopetegui e hizo un ademán de resucitar con Jorge Sampaoli, pero el argentino tampoco se acercó a los números de su anterior etapa y fue destituido tras caer en Getafe. La permanencia estaba en peligro para una entidad que había participado en la Champions por méritos propios.
Se necesitaba un cambio de rumbo, otro, y la solución fue recurrir a un técnico acostumbrado a lidiar con situaciones muy comprometidas en LaLiga Santander. Pese a que no había logrado la salvación con el Eibar en su última campaña y tampoco pudo alcanzar el objetivo en el Deportivo Alavés, tanto José Castro como Ramón Rodríguez Monchi sorprendieron con el nombramiento de un entrenador que llegaba al sur dispuesto a dejar huella.
Unas cuantas jornadas necesitó para solventar el apuro y confirmar la continuidad del cuadro andaluz en la élite, y tan buena ha sido la racha que incluso hay opciones de que el cuadro hispalense acabe el curso en la séptima posición, lo cual resultaba una auténtica utopía meses atrás. Eso, en cambio, da igual ya tras lo ocurrido este miércoles, una agónica victoria en la tanda de penaltis frente a la Roma que bien vale el séptimo título en su torneo fetiche.
"Hace semanas que los medios nacionales y locales preguntan por qué no hemos renovado a José Luis Mendilibar, y era porque esa noticia estaba reservada para ustedes. Quiero que sepáis que le hemos ofrecido un contrato para que siga con nosotros. ¡Viva el Sevilla!", explicó Castro durante la celebración, de modo que la llegada de Andoni Iraola se aleja por completo y todo parece indicar, a falta de la rúbrica, que el vizcaíno seguirá al frente del equipo.