Conseguir una Champions League siempre es motivo de alegría, da igual cómo haya sido el camino, pero si además es tan adverso como el que le tocó vivir al Barcelona este sábado (aparte de la eliminatoria contra el Chelsea), entonces merece una celebración todavía mayor. Los goles de Ewa Pajor y Alexandra Popp en el primer tiempo no fueron un impedimento para que las catalanas, lideradas por Patri Guijarro -anotó un doblete-, culminaran la remontada gracias al tanto de Fridolina Rolfö (3-2).
Cánticos, coro, abrazos, saltos... todos los elementos imprescindibles en un contexto de euforia. Alexia Putellas, quien jugó menos de diez minutos, se encargó de repartir besos por doquier: a Guijarro, la gran protagonista de la final, y, por supuesto, a la copa. "Encantada de volver a verte", publicaba en redes sociales la dos veces Balón de Oro, texto acompañado de una imagen del trofeo.
Geyse Ferreira puso el ritmo con un baile marca de la casa, aunque también hubo un guiño a las tradiciones de Cataluña porque Laia Codina e Irene Paredes optaron por una sardana sobre el propio césped. Mientras ellas disfrutaban con una auténtica fiesta, Jonathan Giráldez rompía en lágrimas cuando se acercaba a la grada para abrazar a sus padres, también emocionados.
No faltaron las felicitaciones públicas: desde Ronald Araujo hasta Gerard Piqué o Carles Puyol. Se sumó Joan Laporta, quien estuvo en el palco de autoridades. "Reinas de Europa, equipo de ensueño, referentes del fútbol y orgullo de todo el barcelonismo. Enhorabuena. Gracias a los jugadores y al staff técnico. ¡Más que un equipo, más que un club", publicó el presidente a través de su cuenta de Twitter.