En Serie A, tras su empate ante el Torino en el Maradona, están a siete puntos de la cuarta plaza, que marca el Bolonia. No obstante, si el quinto de Italia va a la Champions, algo bastante probable, la distancia a recortar para volver a la máxima competición continental es de tan sólo cuatro puntos con la Roma, que está en un momento excepcional.
Es lógico que con el poco tiempo que lleva Francesco Calzona, apenas haya podido haber cambios de envergadura. Pero se empiezan a notar diferencias.
En su estreno, en la ida ante el Barcelona, los culés pudieron hacer más goles en la primera mitad, pero los azzurri consiguieron un 1-1 que deja todo abierto para Montjuïc.
El 1-6 al Sassuolo y el triunfo ante la Juve
Después, llegó un empate en Cagliari, también 1-1, que supo a poco, ya que Zito Luvumbo igualó para los isleños en el 90.
Pero luego llegó el éxtasis. El 1-6 en Sassuolo recordó al mejor Nápoles de la pasada temporada, con hat-trick de Victor Osimhen y doblete de Kvicha Kvaratskhelia.
Después, llegaría el triunfo ante el rival más odiado en la ciudad del Vesubio. El 2-1 ante la Juve, con el gol de Raspadori en el 88 desató la locura. Pero el 1-1 frente al Torino ha rebajado esa mini euforia.
Es cierto que se empiezan a ver grandes detalles en Osimhen y Kvaratskhelia, que nos hacen esperar de ellos grandes actuaciones, si no sus mejores versiones. También es verdad que con Calzona el equipo no ha perdido. Pero todo es una incógnita de cara al partido de este martes, ya que tanto Barcelona (sin De Jong ni Pedri) como Nápoles son completamente imprevisibles.
Además, Aurelio De Laurentiis les ha ofrecido una prima de 10 millones de euros si se clasifican para el Mundial de clubes. Para ello, es requisito indispensable eliminar al Barcelona y obtener resultados positivos en cuartos de final. La Juventus, que no está en Europa, tiene 47 puntos. El Nápoles 42, sumaría uno más en caso de acceder a cuartos y dos más si gana el partido, uno en caso de empate.