Fernando Llorente (37) se retira. Días atrás apareció en este mismo medio por su condición de agente libre tras pasar por el Eibar, con el que no logró el objetivo de ascender a Primera. El delantero vivió sus mejores años hace ya tiempo y es seguro que recordará el Mundial de Sudáfrica como uno de los momentos mas especiales, si no el que más, de entre todos los vividos. Disputó un partido, pero qué partido. Su entrada al campo en octavos lo cambió todo porque desesperó a los centrales de Portugal.
El histórico delantero salió mal parado de San Mamés pese a haber sido una referencia en el Athletic Club: 89 tantos marcó como rojiblanco entre todas las competiciones, 14 de ellos en Europa. Se estrenó hace casi 20 años, en la temporada 2004/05, cuando todavía era un joven muchacho que ya prometía. Bastaba con ver su imponente físico para saber que, dentro o fuera del País Vasco, iba a dar marcar muchos goles.
Dejó de ser león después de convertirse en rey bajo el mandato de Vicente del Bosque (ganó la Eurocopa también). Puso rumbo a la Juventus de Turín en la campaña 2013/14 y allí estuvo un par de años antes de volver a España. Del norte... al sur y al Sevilla, con el cual llegó a ver portería en la Champions y levantó el título de la Europa League. Uno de sus mejores cursos a nivel goleador llegó meses más tarde, en su debut en la Premier League (15 dianas en 33 apariciones con el Swansea, un promedio cercano al 0,50).
Su buen hacer en el mencionado equipo le valió para fichar por el Tottenham, al que llevó a la final de la máxima competición continental. Se quedó a un paso de ganar el título más prestigioso a nivel de clubes, algo que más o menos puede equipararse con ganar un campeonato del mundo con la selección. En su regreso a Italia, conquistó una Copa cuando defendía los colores del Nápoles, un palmarés inferior al de Turín (dos títulos de Serie A y dos Supercopas nacionales). También jugó en el Udinese.