Ronaldo es la principal atracción para los aficionados chinos y, sin él, se decidió que lo mejor sería aplazar los partidos contra el Shanghai Shenhua y el Zhejiang a una fecha por anunciar.
"Como saben, en el fútbol hay cosas que no se pueden controlar", dijo el jugador portugués en una rueda de prensa en la ciudad de Shenzhen, en el sureste de China.
"Vamos a volver para hacer feliz al pueblo chino, ése es mi objetivo. Quiero jugar para vosotros. No estéis tristes porque yo lo estoy y espero que comprendáis las circunstancias de un futbolista", dijo.
Miles de aficionados, que habían viajado desde toda China para ver los partidos, acudieron entonces en masa al hotel, el Mandarin Oriental. El personal fue incapaz de resistirse a los avances y unas pocas docenas consiguieron entrar en el vestíbulo, según los vídeos publicados en las redes sociales.
Otro vídeo muestra a los hinchas fuera del hotel gritando repetidamente el nombre de Ronaldo.
Finalmente se llamó a la policía, que consiguió restablecer el orden, según la prensa local.
En la red social china Weibo, la disculpa de Ronaldo fue el tema más comentado el martes, con más de 19 millones de visitas.
Las entradas para los dos partidos se agotaron pocas horas después de ponerse a la venta a principios de enero. Los organizadores declararon que se pondría en marcha un "canal de reembolso incondicional lo antes posible".
A pesar del aplazamiento de los partidos, el Al Nassr viajó a China, incluido Ronaldo, y este miércoles emitió un comunicado en el que expresaba su voluntad de continuar en suelo chino entrenándose mientras se encuentran nuevas fechas.
"C Luo", Cristiano Ronaldo en chino, es el jugador portugués más conocido en China, donde se ha renovado el interés por el fútbol, ya que el gobierno chino pretende situar a la selección nacional del país entre las mejores del mundo.
El lunes, la selección china no logró clasificarse para los octavos de final de la Copa de Asia tras dos empates en tres partidos de la fase de grupos, en los que no marcó ningún gol.
La Asociación China de Fútbol (CFA), organismo estatal que funciona como una federación, está implicada en varios casos de corrupción.
Una decena de funcionarios de la CFA, entre ellos el ex presidente Chen Xuyuan, fueron destituidos en 2022 por sospechas de corrupción.
Chen admitió haber recibido grandes cantidades de dinero de futbolistas que querían caer en sus redes.
El ex entrenador de la selección china de fútbol Li Tie también confesó recientemente haber pagado el equivalente a unos 400.000 euros para asegurarse su fichaje en enero de 2020.