Rony Lopes, que se incorporó al ESTAC en verano en calidad de cedido sin opción de compra, ha realizado una temporada muy respetable en la Ligue 1. A falta de 16 jornadas, el equipo de Patrick Kisnorbo lucha por el título y el portugués es una auténtica baza para el técnico australiano a la hora de marcar goles.
Este domingo, el club de Aube viaja a Reims para disputar un derbi de la Champagne. No será tarea fácil, sobre todo después de los buenos resultados del rival en las últimas semanas.
Un camino de altibajos antes de llegar aquí
Allá por 2011, cuando los nombres de Bruno Fernandes, Bernardo Silva y João Cancelo aún estaban lejos de ser familiares para los portugueses, había un nombre que resonaba por los pasillos de los especialistas de fútbol juvenil: Marcos "Rony" Lopes. En aquella época, el adolescente del Benfica, que impresionó a todos los que lo vieron, consiguió fichar por el recién multimillonario Manchester City y acaparó las portadas de los periódicos portugueses.
La aventura británica no empezó nada mal: en la 2012/13 el portugués debutó con el primer equipo, asistiendo en un gol a un tal David Silva en el minuto 87 contra el Watford. Incluso llegó a tiempo de anotar una diana, convirtiéndose en el jugador Citizen más joven en marcar con 17 años y ocho días, récord que mantiene hasta hoy (repasa el gol aquí).
Acabó el año entre el primer equipo y el filial, ganando el premio al Mejor Jugador en Formación tras algunas buenas actuaciones, como un triplete contra el Bayern de Múnich en la Youth League. En la 2013/14, aún en crecimiento, se ganó la confianza de Manuel Pellegrini, que le dio cuatro partidos en los que sumó una asistencia. En ese momento se lo disputaban las selecciones de Brasil y Portugal. Optó por los Héroes del Mar sin dudarlo mucho.
Con 18 años y la necesidad de crecer, la temporada siguiente fue cedido al Lille. Con tres goles en 27 partidos, el extremo convenció al Mónaco. El entonces equipo de los nuevos ricos, dirigido por Leonardo Jardim, pagó 12 millones de euros por sus servicios, pero no empezó con buen pie en el Mónaco. Sólo disputó dos partidos y fue cedido al Lille durante dos temporadas.
El internacional portugués en dos ocasiones creció en el norte de Francia y regresó al Principado en 2017/18, donde por fin triunfó y convenció. En 50 partidos marcó 17 goles y dio nueve asistencias, en su mejor actuación hasta la fecha, lo que le valió una preselección para el Mundial de Rusia, aunque se quedó fuera de la convocatoria final.
La temporada siguiente, pese a ser menos productiva, sirvió para que los dirigentes del Sevilla desembolsaran 25 millones de euros, el traspaso más caro del club. En la 2019/20 puso rumbo a Andalucía, pero apenas disputó 14 partidos a las órdenes de Lopetegui en un ataque que contaba con nombres como Suso, En-Nesyri, Nolito, Ocampos, Chicharito o Munir.
En una carrera hecha de obstáculos, Rony volvió a hacer las maletas y al año siguiente se fue al Niza (33 partidos, cinco goles), luego al Olympiacos (27 partidos, cuatro goles) y, por último, llegó al ESTAC Troyes.
A los ojos del aficionado portugués medio, Rony es una promesa que desapareció en la niebla de la cadena de montaje que son las academias nacionales. Para los más atentos, se trata de un talento innato que nunca tuvo la regularidad y la estabilidad necesarias para encontrar su zona de confort. La mejor temporada de Rony fue en el Mónaco, después de tres años en Francia y a las órdenes de un entrenador que no sólo le conocía, sino que también confiaba en él para el ataque del equipo.
Exitosa etapa en el Troyes, ¿cuál será su futuro?
Segundo jugador más decisivo del equipo esta temporada, con cuatro goles y cinco asistencias en 18 partidos -por detrás de Mama Baldé (9 goles, 3 asistencias)-, el jugador de 27 años parece encontrarse en un momento decisivo de su carrera. El Troyes lucha por mantenerse en la máxima categoría y el equipo es inexperto, pero Rony Lopes es capaz de desplegar todo su talento y tirar de sus compañeros cada fin de semana. Contra el Lyon, el pasado fin de semana, fue él quien dio esperanzas al equipo al marcar el 2-1.
Como parte del City Football Group, el equipo de Patrick Kisnorbo se encuentra en una fase de aprendizaje, ya que está formado por jugadores muy jóvenes que buscan progresar: sólo cuatro jugadores mayores de 30 años están en la plantilla. Se trata, pues, de un contexto especial, y el exdelantero del Mónaco es uno de los líderes del club de Aube.
"Sentí que me darían importancia en el equipo. Y he estado jugando regularmente. Cuando hay esa secuencia de partidos, el rendimiento es mejor. Me siento bien físicamente, me ayuda a rendir. También hay tranquilidad en mi vida. Me gusta jugar de 10. Siento más libertad. Controlo más el juego. Puedo recuperar más el balón en la retaguardia y llevarlo a la delantera. He jugado en la banda derecha, en la izquierda y como 10. También he jugado en la delantera. Pero en todos los sistemas tácticos, el entrenador siempre me da libertad. Puedo caminar por todo el campo", declaró a Eleven Sports.
Una libertad de juego y movimientos que es la clave de la excelente temporada que está realizando. El jugador, que dejará su actual club a final de temporada para regresar al Sevilla, espera triunfar por fin en España. Hasta ahora, no ha decepcionado en Troyes. Necesitará que Sampaoli le dé una oportunidad.
"Por supuesto que volvería a fichar por el Sevilla. Es un club muy grande. En ningún momento sentí presión en el Sevilla por el valor de mi traspaso. Sólo quería demostrar lo que podía hacer sobre el terreno de juego. Pero esto es fútbol y creo que en este momento todavía tengo tiempo para demostrar lo que puedo hacer", declaró al diario AS en enero.
El Troyes tiene un derbi crucial con el Reims, ya que una victoria le daría confianza para el resto de sus partidos. El ESTAC ocupa actualmente la 16ª posición, con 19 puntos, seguido de Estrasburgo y Ajaccio, con 18, y de Brest y Montpellier, ambos con 20 puntos.