El Unicaja celebra por las calles de Málaga la conquista de la Copa del Rey

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El Unicaja celebra por las calles de Málaga la conquista de la Copa del Rey
El Unicaja, campeón por méritos propios
El Unicaja, campeón por méritos propiosACB Photo / Mariano Pozo
La afición vibró con sus jugadores en una tarde mágica para la ciudad, que también pudo festejar el hecho de que la siguiente edición será en la capital de la Costa del Sol, por lo que el flamante campeón tendrá participación asegurada.

El Unicaja es el nuevo rey de la Copa y tendrá la suerte de hacer de anfitrión en 2024. Pese a jugar en el Martín Carpena, no será nada sencillo revalidar porque, casi seguro, tendrá que superar de nuevo a al menos uno de los gigantes de la ACB. Todavía queda mucho para eso y ahora lo que toca en Málaga es celebrar una conquista con tan solo un precedente en toda la historia de la entidad, hace ya más de 15 años. Además, ha transcurrido más de un lustro desde el último título (la Eurocup allá por 2017).

Los jugadores y el cuerpo técnico se dieron el gustazo de recorrer las calles de la ciudad para mostrarle el trofeo a una afición entregada a sus héroes. La rua comenzó desde el corazón cajista, Los Guindos, y terminó en el Ayuntamiento de Málaga. Durante esos poco más de cinco kilómetros, lo habitual en un contexto como este: bailes, cánticos, risas, bromas... Antes de llegar a la Casona del Parque, donde fueron recibidos por el alcalde, Francisco de la Torre, pasaron también por la sede del banco, principal patrocinador.

Miles de aficionados, además, entonaron el himno al son de los propios protagonistas, que lo vivían desde el propio autobús, acompañados por familiares y diferentes miembros de prensa. Kendry Perry y Dylan Osetkowski, que se han ganado el cariño de la gente pese a haber llegado hace tan solo unos meses, fueron dos de los más afables con los allí concentrados. Ibon Navarro, que aterrizó algo antes, con la pasada temporada en curso, tampoco pasó desapercibido. Sin lugar a dudas, el vitoriano tenía un plan...

De una forma muy especial lo vivió Mario Saint-Supery, el jugador más joven de la historia de la competición en ganarla. Es uno más de la plantilla pese a no disputar ningún minuto, principalmente participó en algunos encuentros de la Liga Endesa y también tiene su cuota de responsabilidad a la hora de clasificar al equipo malagueño para la cita de Badalona. Sin embargo, dado que es un canterano y tiene 16 años, también pudo vivirlo desde la perspectiva del aficionado. Apenas tenía 11 cuando los cajistas ganaron la Eurocup.