Salir de la zona de confort puede ser lo más indicado cuando alguien atraviesa una mala época. Por este motivo, un viaje que normalmente podría ser pesado e inoportuno como era el de Arabia Saudí, controvertida sede de la Supercopa de España desde hace un tiempo, parecía llegar en el momento justo para cambiar la dinámica negativa tanto del Real Madrid como del Valencia, que habían perdido sus primeros partidos ligueros en 2023.

Gennaro Gattuso, que seguro que vio la derrota del Real Madrid en el Estadio de la Cerámica contra el Villarreal, quiso hacer algo similar a lo que tan bien le funcionó a Quique Setién y salió con las líneas muy adelantadas para presionar la salida del balón de los de Ancelotti.

Pero el que no solo vería repetido ese partido, sino que obviamente lo sufrió in situ en sus propias carnes, fue Carlo Ancelotti, que optó por que los suyos no se complicaran más de la cuenta para tratar de minimizar errores absurdos que pudieran regalar goles u ocasiones gratis a su rival.

El fútbol directo le dio resultado al Madrid en la primera parte

De este modo, en el estadio King Fahd de Riad los blancos buscaron, cuando tenían la ocasión, ataques más verticales de lo habitual y esto pudo suponer el primer gol de la semifinal cuando Valverde encontró un hueco para que Rodrygo corriera al espacio, pero su disparo se fue desviado.

Fue un buen comienzo del equipo blanco, que dominó y tuvo más ocasiones para adelantarse, como una gran jugada individual de un activo Benzema, que se fue de tres adversarios dentro del área para acabar viendo cómo su tiro, que habría significado un auténtico golazo, era bloqueado por un defensor. Y un minuto después, fue el propio Valverde quien quiso rememorar su espectacular inicio de temporada con uno de sus habituales zapatazos desde fuera del área que pasó rozando el poste de la portería defendida por Mamardashvili.

Esto pareció espabilar al Valencia, que ya no estaba presionando como al principio y decidió que el siguiente cuarto de hora sería suyo. La respuesta che se tradujo en un cabezazo de Cavani que obligó a esmerarse a Courtois y en un mano a mano de Lato, que fue una de las sorpresas de Gattuso jugando adelantado en la banda derecha, pero el canterano prefirió forzar un penalti inexistente en lugar de tratar de buscar el gol.

Como hablábamos, Ancelotti cometió una “herejía” futbolística en los tiempos que corren, al menos en España. Pero pedirles a sus chicos un juego más directo no solo evitó problemas innecesarios atrás, sino que dio sus frutos. Primero, otro pase en profundidad, en esta ocasión a Vinícius, hizo que el brasileño le ganara en carrera a Correia y se plantara en el área, aunque el lateral portugués valencianista llegó a tiempo para mandar el balón a córner.

Lo que ya nadie pudo evitar fue la jugada decisiva del primer tiempo en el minuto 39. Militao lanzó un pase largo milimétrico de 50 metros en dirección al desmarque de Benzema, que fue derribado por Cömert dentro del área. Alejandro Hernández Hernández no dudó en señalar la pena máxima que el Balón de Oro transformó en el que fue su cuarto gol en tres partidos y así se llegó al descanso.

El Valencia castigó la caraja blanca tras el descanso

Lo que habitualmente sucede tanto en el fútbol como en otras facetas de la vida es que se avanza en centímetros, pero se retrocede en metros. No había pasado ni medio minuto tras la vuelta de vestuarios cuando todo el trabajo del conjunto madridista en los primeros 45 minutos se fue al traste, igual que sucedió contra el Villarreal.

En la primera jugada tras la reanudación, Lato envió un centro aparentemente inocente al segundo palo. Lucas Vázquez, el lateral derecho que escogió su entrenador esta vez, se durmió y Samuel Lino fue mucho más listo llegando desde atrás para rematar de primeras y poner el empate en el marcador.

Aunque Modric sustituyó a Camavinga tras el descanso para buscar un mayor control del balón, el croata no estuvo fino y el comienzo de la segunda mitad fue muy igualado, aunque los blancos tuvieron dos intentonas infructuosas por parte de Benzema y de Nacho justo después de sufrir el empate.

Todo era negativo para los merengues en esta fase del partido, a lo que se sumaron las lesiones de Vázquez, que dio el susto al echarse la mano a la rodilla tras un mal giro, y de Militao, que se fue mareado por un balonazo en la cara para tapar un disparo de Kluivert, por lo que los ches apenas sufrieron llegadas peligrosas de los de la capital en estos momentos.

Mamardashvili salvó al equipo che

Y ante la falta de presión por parte del Real Madrid en el centro del campo una vez fuera de escena Camavinga, hasta tuvo el Valencia algún momento de control de la posesión, aunque daba la impresión de que la prórroga era inevitable. Aunque pudo no serlo perfectamente, porque primero Benzema con un remate de cabeza que se fue alto y, sobre todo, una gran ocasión de Vinícius, que encontró un balón suelto dentro del área, pero cuando se quiso dar cuenta ya tenía encima a Mamardashvili, regalaron al público árabe 30 minutos más de fútbol.

Si la segunda parte acabó con el portero georgiano ganándole la partida al extremo brasileño, la prórroga comenzó exactamente igual, aunque con una parada de Mamardashvili todavía más fotogénica que la anterior.

Si varios madridistas cayeron en combate, la tensión de la semifinal también les pasó factura a los murciélagos, que vieron cómo Lato, igual que Lino antes, no podían más ante el esfuerzo realizado. Los de Ancelotti, de la mano de un Kroos que llevó la manija del centro del campo a la perfección, tuvieron la iniciativa en la prórroga e hicieron lucirse al portero rival en varias ocasiones, aunque Fran Pérez se echó al Valencia a la espalda y también tuvo la victoria para los suyos con dos buenas oportunidades, la última de la cuales obligó a Courtois a hacer una parada que recordó a las que ayudaron a los blancos a ganar la orejona el año pasado.

Los penaltis premiaron al Madrid

Pero la fatiga y la falta de acierto hizo que, por si no habíamos tenido bastantes tandas de penaltis en el Mundial de Catar, no muy lejos del país árabe se volviera a ver el mismo método para determinar el ganador del partido.

Los de Gattuso empezaron lanzando, lo que siempre suele ser una ventaja, aunque no en esta ocasión. Cömert y Gayà erraron desde los 11 metros y todos los madridistas (Benzema, Modric, Kroos y Asensio) hicieron gala de una mayor sangre fría y marcaron sue penaltis, por lo que el Real Madrid estará en la final del domingo contra el ganador del Barcelona-Betis que se jugará este jueves.

Jugador Flashscore del partido: Benzema.

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