La campaña del Barcelona puede definirse en una sentencia: casi perfecta. Xavi, en su segundo curso como entrenador blaugrana, encontró la fórmula que, por lo general, conduce a un equipo al título. Su Barça gana, cierra resultados importantes y es puntero de LaLiga con 65 unidades, producto de 21 victorias, 2 empates y tan solo 2 derrotas.
El éxito del club es rotundo. Tanto así que llegará con 9 puntos de diferencia sobre el Real Madrid -2º- que, desde la vuelta del Mundial, ha sentido las consecuencias de la aglomeración de partidos y ve como el Barça se aleja paulatinamente en la cima de la competición.
La palabra que encaja en el tránsito del Real Madrid durante la temporada no es otra más que desgaste. La plantilla merengue no ha sido la misma desde enero. Tchouamení, que brilló durante sus primeros partidos como madridista, vive un momento irregular. Benzema pasa por un periodo inestable: ha pasado en siete ocasiones por la enfermería. Courtois concede goles que en otras épocas eran inadmisibles. Asensio está más pendiente de su futuro que del presente.
Las distracciones han ocasionado una brecha en la parte alta de LaLiga. El Barça, independiente del resultado del Clásico, continuará en la cima de la tabla. Eliminado de la Europa League, el cuadro culé centra sus fuerzas en el torneo doméstico. En Copa, adquirió una ventaja mínima en el Santiago Bernabéu. En Liga, es el claro dominador.
El Madrid, en cambio, es una montaña rusa. En Champions, el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti se muestra intratable. Tras derrotar al Liverpool con comodidad, recibirá al Chelsea en los cuartos de final. Se repite el enfrentamiento del año pasado. Los blues, que han mejorado su nivel luego de unos meses negros, pretenden dar un golpe sobre la mesa. Los blancos, por su parte, tienen claro su objetivo: defender el título y llegar a la final de Estambul.
Ausencias de peso
Las bajas son un punto que marcará el curso del Clásico. Pedri y Dembélé se perderán el partido contra el Real Madrid. El canario se retiró de la práctica del viernes. Los problemas físicos obligaron al cuerpo médico a aconsejar a Xavi: ellos consideraron que era mejor descartar al centrocampista antes de vivir una lesión más delicada por una sobrecarga.
El caso de Dembélé es diferente. El francés empezó su calvario con las lesiones ante el Girona. Su ausencia impulsó a Xavi a dejar a Raphinha en la banda. El brasileño, contra todo pronóstico, ha rendido de gran manera. Todo apunta a que será el titular en el Clásico. Él, incluso, tumbó a Ansu Fati y a Ferran de la titular cuando, en teoría, aterrizó en el Camp Nou como un complemento.
El Clásico, en resumen, ofrece una doble realidad: un Barcelona tranquilo recibe a un Real Madrid necesitado. Sumar de a tres dejaría a los de Carletto a seis puntos. Si el Barça gana quedaría a 12 y, prácticamente, tendría LaLiga en su bolsillo.